Eroski y sus clientes han recaudado 1.200 toneladas de alimentos en favor de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) en su tradicional campaña solidaria de La Gran Recogida que tuvo lugar entre el 25 de noviembre y el 6 de diciembre en más de 1.000 establecimientos de su red comercial. La cifra equivale a 4,9 millones de comidas para 1.353 familias.
En esta ocasión, tras dos años que por la pandemia de Covid-19 no ha podido haber recogida física de alimentos, los clientes han donado productos a los voluntarios de los Bancos de Alimentos el 25 y 26 de noviembre. Además, como ya hizo en anteriores campañas, los consumidores han colaborado donando el importe que deseaban a su paso por caja. Como en anteriores campañas, la enseña vasca ha añadido una donación adicional al total recogido en la campaña.
La cantidad obtenida a través de las aportaciones económicas queda a disposición de los Bancos de Alimentos asociados a Fesbal para adquirir los alimentos que consideren más convenientes y necesarios y que permitirán cubrir las necesidades básicas de alimentación de cientos de familias durante todo el año.
“Una vez más queremos agradecer a nuestros clientes la generosidad y el apoyo mostrado en esta edición que ha vuelto a incluir donaciones físicas de producto en nuestras tiendas, junto con las aportaciones económicas al pasar por caja, como parte de nuestro firme compromiso para contribuir a una sociedad más justa y solidaria”, afirma el director de Salud y Sostenibilidad de Eroski, Alejandro Martínez Berriochoa.
20 AÑOS DE COLABORACIÓN
La colaboración de la cooperativa vasca con los Bancos de Alimentos se remonta a 1996 a propuesta del Banco de Alimentos de Vizcaya y de los propios consumidores que demandaban a la cooperativa iniciativas solidarias dirigidas a colectivos desfavorecidos y personas en riesgo de exclusión social. Así, nacieron ese mismo año las campañas “Operación Kilo” de recogida de alimentos en las tiendas EROSKI.
Posteriormente, la enseña inició su programa de donación de alimentos envasados cercanos a su fecha de consumo preferente, pero todavía aptos para su consumo con total seguridad alimentaria y gracias al que dona más de 5.000 toneladas de alimentos cada año.
