Los elevados precios de las materias primas y la energía, entre otros, están poniendo en jaque la cesta de la compra de los españoles y el consumo en general. Si embargo, el reciente acuerdo de España y Portugal con Bruselas para limitar el precio del gas contribuirá a reducir la inflación. Así lo ha asegurado la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, quien ha avanzado que no sólo rebajará la factura de la luz, favoreciendo el consumo doméstico, sino que también tendrá un efecto positivo "en cadena" sobre el conjunto de la economía.
En los últimos meses hemos visto cómo la inflación en la eurozona está en su nivel más alto desde la creación del euro. En España, ha sido persistente en su crecimiento y no ha cesado desde marzo de 2021, exceptuando el mes de enero.
Comer se ha encarecido hasta el punto de que, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el coste de la cesta de la compra ha subido de media el 9,4% respecto a marzo del año pasado. El poder adquisitivo de los españoles está disminuyendo, y ésta es su principal preocupación.
La economía mundial todavía no se ha recuperado de la pandemia y se enfrenta a otra gran crisis provocada por la guerra en Ucrania lo que apunta a que, junto a la escalada de los precios de las materias primas, la energía y el transporte, los precios de los alimentos seguirán subiendo.
LA PERCEPCIÓN DE LOS CONSUMIDORES ESPAÑOLES
Según un análisis de Dunnhumby, dentro de la tienda, lo único que parece mejorar en los consumidores españoles es la sensación de que ya no hay colas tan largas, pero la percepción de que cada vez hay más productos fuera de stock y de que la cesta de la compra se ha encarecido.
El 87% de los españoles consideran que los precios de la alimentación han aumentado algo o mucho respecto al año pasado. Lo que supone un reto para los retailers es que la percepción de la inflación en la alimentación es muy superior a la realidad.
Según Tradingeconomics.com, los consumidores en España estiman en un 14,3% de media el aumento de los precios. Sin embargo, la inflación específica de la alimentación ha sido del 4,8%, precisa ete análisis.
En conclusión, los retailers que se vuelquen en ayudarles a capear el temporal, con una buena comunicación, con una clara filosofía Customer First, esforzándose por desarrollar estrategias que no hagan recaer sobre los clientes todo el peso de la crisis y la inflación… verán recompensados esos esfuerzos con la fidelidad de los clientes.
