Uno de cada tres bulos que recorren la red gira en torno a alimentación. Si a este dato se le suma que el 97,29% de los españoles ha recibido alguna vez una cadena de correos electrónicos alarmistas y que un tercio de ellos se cree lo que dicen los bulos, hay un problema.

Estos datos se han dado a conocer durante la celebración del I Seminario de Periodismo y Alimentación, organizado por la patronal de industrias de alimentación y bebidas Fiab y el ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama). El objetivo de este foro es procurar entre los distintos actores del sector agroalimentario y los medios de comunicación un consumidor mejor informado.

La información en internet es sólo uno de los campos de batalla. Otro son los propios medios de comunicación. Durante el seminario se dieron a conocer las conclusiones del informe SAM 2011, en el que se analizaron 2.844 textos en diarios españoles y catalanes sobre temas de seguridad alimentaria. Entre ellas, cabe destacar que se contabilizaron hasta 300 noticias de contaminación alimentaria y la aparición de informaciones que abren un debate social en torno a cuestiones de seguridad y calidad alimentaria.

Es aquí donde la propia industria hace autocrítica y, según los responsables de Fiab, se debe mejorar la capacidad de respuesta ante las informaciones de esta índole.

Desde Fiab también se ha hecho hincapié en el tratamiento informativo relativo a las investigaciones científicas en el campo de la alimentación y nutrición, pues pueden originar alarmas sociales innecesarias. Esto se debe a la interpretación como sólidas evidencias de resultados de estudios observacionales, la distorsión de algunas conclusiones al querer hacerlas accesibles al público en general o la extrapolación de los resultados de casos concretos a poblaciones muy dispares.