Los precios de los productos de alimentación están viviendo un constante cambio en los últimos meses. A las fluctuaciones tradicionales que suponen la Navidad y la cuesta de enero, este año se han sumado la escalada de los costes logísticos y energéticos y el efecto de la guerra y la huelga de transportistas. Una tormenta perfecta que dificulta el análisis de lo que está ocurriendo de verdad con los precios y cuánto cuesta llenar la nevera de los hogares españoles.

Un estudio de Gelt basado en el coste de una lista de la compra tipo con los productos que más se repiten en el hogar (fruta, verdura, carne, pescado, lácteos, pan y básicos como aceite, pasta o arroz) revela que desde mediados del pasado mes de enero, la lista de la compra se ha disparado el 7% de media.

La comparación se ha realizado tomando el precio de las principales marcas del mercado en cada categoría durante toda una semana y calculando el promedio. Las dos semanas analizadas son la tercera semana de enero y la tercera semana de marzo.

En concreto, las frutas y las verduras, productos más perecederos, han sido los únicos que han bajado (entre el -1 y el -2%, respectivamente). Los productos que más suben son: cereales (24%); aceite (19%); huevos (17%); galletas (14%) y harina (10%), cinco básicos de la cesta de la compra.

Por su parte, la cerveza y el pan no varían, mientras que tanto el pollo como los yogures mostraron subidas más suaves: el 2 y el 1%. Con incrementos medios de entre el 4 y el 9% se encuentran: papel higiénico, merluza, tomates, plátanos, leche, arroz y pasta.

"Estamos ante un escenario absolutamente voluble que exige de las familias la máxima atención para gestionar el presupuesto familiar pero también de las marcas, sometidas a la presión del incremento de costes y a la siempre crucial elección de los compradores. Resulta un momento crítico para gestionar y tomar decisiones de presencia en los establecimientos", señala José Luis Varela, Global Head of Data de Gelt.