El Consejor Regulador de la DOC Rioja ha ampliado el control de maduración de la uva en todo el territorio, lo que equivale a retrasar la vendimia unas tres semanas respecto de la del año pasado, que fue una de las más adelantadas y de rendimientos más bajos de las últimas dos décadas, por efecto de la sequía.

El control de maduración es un servicio que presta el Consejo Regulador para determinar la fecha idónea de vendimia en cada localidad. Para la toma de muestras, el organismo divide el territorio de la DO en 20 zonas vitícolas que coinciden con la altura progresiva del valle del Ebro.

Las muestras permiten determinar el momento óptimo de madurez de la uva: peso de la uva, grado alcohólico probable, acidez total tártrica, pH, ácido málico, potasio, índice de polifenoles totales, antocianos e intensidad colorante.

Por el momento, los análisis muestran un excelente estado vegetativo del viñedo riojano, gracias a las abundantes lluvias de este año, y el buen peso de las bayas, muy superior a la media habitual.