El turismo espacial es casi una realidad y la experiencia de brindar con champán a su llegada es ya una realidad. G.H. Mumm, que forma parte del grupo Pernod Ricard, lo ha hecho posible, después de tres años de investigación y desarrollo, que han dado como resultado Mumm Grand Cordon Stellar, el primer champán para ser degustado en el espacio.

Llevar a la gravedad cero la integridad completa de este champán ha sido "un gran desafío", reconoce la marca. A lo largo del proceso de creación de este innovador lanzamiento, los principales retos que surgieron fueron buscar la fórmula para verter el líquido de la botella y el más importante, que pudiera ser consumido.

Tres años de experimentación, investigación y desarrollo han sido las claves de la innovación hacia unos límites hasta ahora infranqueables: el espacio y las bebidas gaseosas. El astronauta francés Jean- François Clervoy, experto especializado en la físio-química de la efervescencia del champán Gerard Liger-Belair y Octave de Gaulle de SPADE y su equipo, consiguieron trasladar las pautas terrenales del champán Mumm Grand Cordon a las condiciones extremas del espacio.

Los viñedos de Reims fueron el paisaje escogido para un vuelo de gravedad cero donde Usain Bolt, embajador internacional de la marca, descubrió los placeres del champán en la ingravidez.

UN RITUAL DE DEGUSTACIÓN

La manera de consumir esta bebida requiere de un ritual concreto. Primero se transforma en espuma que se aspira y luego pasa a convertirse en líquido en el paladar y la lengua. Mumm Grand Cordon Stellar guarda en la ingravidez el sabor, creando sensaciones gustativas inesperadas como la intensificación del sabor de la fruta.

Vidrio, aluminio aeronáutico y acero inoxidable envuelven el champán en un diseño de alta tecnología. Una doble cavidad en la botella de cristal incluye un sistema mecanizado que logra reproducir el ritual de degustación.