La agricultura regenerativa y sus beneficios para los fabricantes

Nestlé, con el objetivo de profundizar en temas de interés medioambiental, analiza en una nueva sesión de su Academia de Sostenibilidad (la tercera) qué es y qué beneficios comporta para nuestro planeta la agricultura regenerativa.

"Los productos que nos vienen de la madre naturaleza son claves para nuestra alimentación. La agricultura es una prioridad tanto por el volumen que representa como por sus ventajas para una dieta equilibrada. Dependiendo de cómo se gestiona, puede suponer una parte relevante de las emisiones de los gases con efecto invernadero. Pasar de una agricultura intensiva a una regenerativa es fundamental para reducir el impacto de estos gases", ha comenzado Jordi Aycart, responsable de Sostenibilidad de Nestlé España.

Para conocer más en detalle en qué consiste este concepto, se ha contado con Jordi Domingo, coordinador del área de Sostenibilidad Agroalimentaria de Fundación Global Nature. "La agricultura regenerativa nace en un contexto de crisis global en la producción de alimentos, que se está asumiendo por todo el mundo y por el propio sector. Un tercio de los suelos planetarios están ocupados para la agricultura y ganadería y son los más degradados", explica Domingo, que continúa: "Lo que está claro, es que supone un cambio con respecto a la sostenibilidad agraria".

Su relación con el carbono

De acuerdo a lo que se ha explicado en la sesión, en la que ha estado presente Food Retail & Service, la diferencia está en que hasta ahora todas las iniciativas de sostenibilidad se enfocan en reducir los impactos con tecnología, mientras que la regenerativa también reduce impactos, pero además tiene que generar algo nuevo centrado en mejorar procesos biológicos. "Se trata de recuperar cosas que se hacían en otro tipo de agricultura", cuenta el experto, que sigue: "Intenta generar suelos ricos en carbono, lo que implica una serie de prácticas que van a mejorar el clima".

Además, otro punto interesante que se ha destacado durante el encuentro es que estas medidas son claramente agroeconómicas: "Tienen un impacto directo sobre la competitividad. A ojos del agricultor o ganadero es algo que tiene sentido. No es un capricho medioambiental".

La explicación de su relación con el carbono reside en dos pilares que intervienen en la mejora del cambio climático:

• La mitigación de la emisión de gases efecto invernadero.
• El secuestro de gases de carbono, que consiste en almacenarlos de manera permanente en algún lugar.

Jordi Domingo indica: "Que el suelo esté cubierto de plantas o que estemos añadiendo materias muy ricas en carbono va a tener un efecto directo en esas dos claves". Y para ejemplificarlo, ha expuesto lo siguiente: "El fertilizante mineral necesita un proceso energético muy caro y que emite un montón de emisiones. Se consume muy rápidamente en el suelo y genera mucho óxido nitroso, tremendamente impactante. La alternativa es el estiércol, una sustancia orgánica reciclada, en el que no hay coste de fabricación, con emisiones no tan fuertes y no se volatiliza automáticamente. Esa es la razón de por qué muchas de las prácticas de la agricultura regenerativa influyen en el cambio climático".

El objetivo de Nestlé es llegar al 20% de ingredientes suministrados por agricultura regenerativa en 2025 y en el 2030 llegar al 50%. "Ahora la aplicamos con productos de alimentación infantil y las granjas de la cornisa cantábrica que nos proporcionan leche. Desde aquí la iremos ampliando a otros ámbitos una vez que vayamos entendiendo sus matizaciones", arroja Jordi Aycart.

Dirigirse al consumidor

De acuerdo al experto, día a día se están acumulando evidencias de que este tipo de agricultora funciona en diferentes contextos agroclimáticos. Aunque destaca que es importante tener en cuenta tres argumentos sobre ella:

• Considera de una manera generosa lo que la agricultura convencional nunca ha considerado.
• Funciona en la mayoría de los casos, pero todavía queda explorar mucho a través de la experiencia práctica.
• No debe existir obsesión por mostrar todos sus beneficios para arrancar.

Para concluir, Domingo aclara que "el consumidor todavía tiene algunas dificultades para entender qué hay detrás de estos complejos conceptos, según estudios. Por eso, hay que ser didácticos y rigurosos a la hora de comunicar los beneficios que tiene, es la manera de convencerlos. Y no con una etiqueta, si no diciendo el beneficio logrado.

Ya existe una política de estas prácticas que aplica en los mercados europeos, dos en Estados Unidos y en Australia, son varios los retailers que están etiquetando los productos con una especie de sello explicando que se han fabricado siguiendo los procesos de la agricultura regenerativa. "Es un cambio de paradigma en un contexto productivo. Hay que ser claros y transparentes con una visión holística", finaliza Jordi Domingo.