El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, ha anunciado en la noche de este miércoles el cierre de todos los comercios excepto farmacias y supermercados como nueva medida de contención del brote de coronavirus, que ha dejado ya al menos 827 muertos en el país.

"He hecho un pacto con mi conciencia: en primer lugar está la salud de los italianos. Hace unos días les pedí un cambio en su forma de vida, les pedí que se quedaran en casa. Ahora es momento de ir más lejos", ha destacado el mandatario en una rueda de prensa.

En este sentido, Conte ha pedido la suspensión de "todas las actividades comerciales salvo las de aquellas tiendas que estén vinculadas con las necesidades más básicas y las farmacias", una medida que estará vigente hasta el próximo 25 de marzo.

"Cerramos los bares, los restaurantes, los hoteles, los pubs y las peluquerías", ha afirmado Conte, que ha confirmado, sin embargo, que las fábricas seguirán con sus actividades siempre y cuando "puedan garantizar la seguridad de sus trabajadores".

La decisión ha sido tomada después de que la región de Lombardía, la más afectada por el virus, solicitara al Gobierno el cierre de comercios no esenciales, restaurantes y hoteles. Según el último balance de las autoridades, en total hay más de 12.000 contagiados en el país.