A pesar de los llamamientos a la calma de las últimas horas, de los mensajes de la distribución garantizando el suministro de alimentos y de que hasta el propio Juan Roig haya dedicado unos minutos en la presentación de resultados de Mercadona a lanzar un mensaje de tranquilidad frente al coronavirus; lo cierto es que las 'compras de pánico' siguen reflejándose en numerosos supermercados, especialmente en Madrid donde se registra el mayor número de afectados por el virus y se han tomado medidas de contingencia.

Este martes os contábamos la situación vivida en varios supermercados de Madrid y Vitoria, donde se registraron numerosas colas a la hora de hacer la compra y se vivieron episodios de desabastecimiento, especialmente de productos no perecederos y otros de higiene y profilaxis -recordemos los problemas existentes con el gel desinfectante de manos-.  

Este miércoles, FoodRetail & Shoppers ha vuelto a ir al súper para comprobar el ambiente que se vive en los supermercados y hemos vuelto a observar cómo la situación no es ni mucho menos la habitual.

Esta fotografía ha sido tomada poco antes de mediodía en una tienda Mercadona del barrio madrileño de Ciudad Lineal. Poco hay que añadir. Se trata de una imagen más parecida a la que podríamos encontrar cuando se aproxima la hora de cierre de un sábado que un miércoles por la mañana.

Esta última imagen pertenece a un lineal de pastas de ese mismo supermercado Mercadona (la anterior corresponde a la estantería de las legumbres), lo que deja en evidencia que los consumidores continúan haciendo acopio de alimentos, especialmente de productos de larga duración.

Queda bastante claro que el consumidor vuelve a esa 'compra de búnker' que tanto se repetía en los años 70-80 o más tarde en episodios puntuales como la Guerra del Golfo. Destacar que algunos supermercados y tiendas de Madrid aumentaron este martes sus ventas con "picos" de hasta el 145%, una venta "muy superior a lo normal", según ha indicado este miércoles el director general de Asedas, Ignacio García Magarzo. 

También, como curiosidad, hemos podido observar que incluso estas compras de pánico han ido moldeándose con el paso de los años y el cambio en las tendencias de consumo. Si hace unos años se hacía acopio de harina, aceite y azúcar; la demonización de este último producto ha hecho que su stock se mantenga inalterable en los lineales del súper. Compra compulsiva, sí, pero lo más saludable posible.

Mientras tanto, el habitual hilo musical de Mercadona alterna con un mensaje que se repite insistentemente: "Les recordamos que no quedan tramos de servicio a domicilio hasta la próxima semana".