"2017 ha sido el punto de partida del cambio para Deoleo, con un plan de revalorización del aceite de oliva a largo plazo. Los resultados del ejercicio ya reflejan que estamos en la buena dirección y que este nuevo modelo de producción y comercialización en el que estamos trabajando es esencial para garantizar el crecimiento sostenible de nuestro negocio".
Son palabras del presidente y CEO de Deoleo, Pierluigi Tosato, durante la Junta General Ordinaria celebrada este jueves, la cual ha aprobado, con un quórum de asistencia del 70,93%, la gestión y las cuentas correspondientes al ejercicio 2017, así como el resto de puntos del orden del día. Hay que recordar que la compañía de marcas como Carbonell, Hojiblanca y Koipe redujo sus pérdidas un 90% en el ejercicio 2017, hasta los 18,4 millones de euros, frente al resultado negativo de 179,4 millones registrado en 2016. Su deuda financiera neta creció ligeramente con respecto a 2016, un 4%, situándose en los 550 millones de euros. De esta forma la compañía alcanzó prácticamente el punto de equilibrio en el resultado de explotación (EBIT), comparado con las pérdidas de 131 millones del año anterior.
Durante el primer trimestre de este 2018, Deoleo informó en su momento que redujo sus pérdidas el 81%, hasta 1,5 millones de euros, frente al resultado negativo de 7,6 millones del mismo periodo de 2017. Sin embargo, sus ventas no han registrado buenos datos, ya que alcanzaron los 161,5 millones de euros, el 7,8% menos que en el primer trimestre del año anterior.
"Nos encontramos ante, posiblemente, uno de los momentos más críticos del negocio del aceite de oliva"
El presidente de Deoleo ha hecho referencia a la ampliación de capital aprobada por el Consejo de Administración en abril, que se llevará a cabo próximamente. Así, Tosato ha señalado que el accionista mayoritario de Deoleo, CVC, apoyará el nuevo plan de crecimiento de la compañía mediante esta ampliación de capital, a la que ha animado a sumarse al resto de accionistas.
En su discurso, ha lamentado la situación actual del mercado del aceite de oliva: "Nos encontramos ante, posiblemente, uno de los momentos más críticos del negocio del aceite de oliva. Este sector podía presumir que todo lo que se producía se consumía, crecía la producción y el consumo. Esto alentó la producción buscando volumen y réditos a corto plazo. No se apostó por un consumo que valorase el excelente producto, sino por un consumo por precio". "Se anticipan campañas con altos excedentes, darles salida por precio no es la solución", ha recalcado.
