Siete colegios de Dietistas-Nutricionistas (Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Madrid, Murcia y Valencia) que suponen el 80% de la profesión, han solicitado a las autoridades sanitarias la implantación en nuestro país del etiquetado frontal Nutri-Score en los productos alimentarios.

En la actualidad, en España no existe un modelo de etiquetado frontal unificado, aunque sí algunas iniciativas particulares, como el semáforo nutricional.

Este sistema, el escogido por el gobierno francés y avalado por la Unión Europea y la OMS, consiste en la clasificación de los productos alimentarios en cinco categorías desde el punto de vista de calidad nutricional: A, B, C, D y E (atribuidos a su vez a cinco colores). Esta puntuación permite clasificar los productos alimenticios con una representación en forma de cadena de círculos, que van desde el color verde oscuro al naranja oscuro (de mejor a peor calidad nutricional), con un círculo de mayor tamaño que es el que indicará la calidad nutricional global.

Luján Soler, presidenta del Colegio de Madrid (Codinma), considera que con este sistema “el consumidor puede identificar de una forma sencilla la calidad nutricional de los productos”. Por su parte, Mar Navarro, presidenta del colegio de Castilla-La Mancha (Codincam), señala que “es urgente tomar esta decisión, porque ayudaría a los consumidores a orientar sus elecciones de compra, mejorar su estado nutricional y prevenir enfermedades crónicas derivadas de una inadecuada alimentación, siempre que fuese acompañado de actividades formativas e informativas hacia las personas para un mejor conocimiento de los conceptos y términos utilizados en ese etiquetado”.