Ebro Foods ha presentado sus resultados económicos de los nueve primeros meses del año. Su resultado bruto de explotación (EBITDA) se ha cifrado en 211,5 millones de euros, lo que supone un descenso del 18,9% respecto al mismo período de 2017. En cuanto al beneficio neto, ha sumado 99,7 millones, un 22,1% menos que en los nueve primeros meses de 2017.
Las razones que esgrime el grupo para esta llamativa caída son “la inflación de costes (unos generales para todo el mercado y otros propios y extraordinarios) sufrida por el negocio arrocero norteamericano y las importantes inversiones acometidas para el desarrollo del plan de expansión del grupo”.
Respecto a la cifra de negocio neta, se ha situado en 1.922,2 millones de euros, un 5% más que el mismo periodo del año anterior. Esta cifra positiva se ha logrado “gracias al buen comportamiento de las marcas”, explica la compañía.
IMPORTANTES INVERSIONES
La deuda neta ha alcanzado los 719,4 millones de euros, 265 millones más que en los nueve primeros meses de 2017. En estos meses, Ebro ha adquirido la compañía de pasta fresca Bertagni por 145 millones de euros; ha invertido 14 millones de euros en la instalación de la nueva sede social de Panzani en Francia; ha realizado importantes inversiones en crecimiento orgánico en Tailandia, Italia, India, Reino Unido, Estados Unidos y Francia, y ha incrementado el capital circulante realizado en ambas divisiones para el abastecimiento de materia prima ante la bajada de precios registrada en la reciente campaña.
En cuanto a las previsiones para el cierre del ejercicio, Ebro prevé alcanzar una cifra de negocio de 2.633,7 millones de euros para 2018, un 5,1% superior a la obtenida durante el ejercicio 2017. El EBITDA se situará en 304,8 millones, un 15,1% menos que el año anterior; mientras que el beneficio neto se cifrará en 148,2 millones de euros, un 32,8% menos que en 2017. La compañía destaca que en el ejercicio precedente, el beneficio neto registró un importante incremento como consecuencia de la reforma fiscal de Estados Unidos, que supuso un ingreso extraordinario de 56,5 millones de euros.
