El Govern de Cataluña ha aprobado un decreto que trata de regular la venta directa de leche cruda, con el objetivo de que el productor de leche pueda vender directamente al consumidor final. Las modalidades de venta aprobadas pueden ser mediante la venta en la explotación, con máquina automática o en un establecimiento minorista. La medida no se quedará solo en Cataluña, puesto que el Gobierno español tiene intención de aprobar una similar a nivel nacional. Se abre el debate, ya que estas iniciativas rompen con casi 30 años de prohibición para comercializar a gran escala leche sin esterilizar ni pasteurizar por motivos sanitarios.

La Generalitat catalana apunta que su decreto "responde a la voluntad del sector ganadero para que los productores de leche puedan valorizar sus producciones". La norma regula los requisitos que deben cumplir las explotaciones en el ámbito de la producción, la manipulación, la venta y el envasado, el transporte, el etiquetado y la información al consumidor. Estos requisitos "son los ya establecidos en la normativa europea en materia de higiene alimentaria, los que se añaden requisitos adicionales relativos a criterios técnicos, prevención de mamitis, limpieza de los equipos y la formación del personal de la explotación, entre otros".

El Govern justifica su decreto asegurando que el sector lechero se ha reestructurado, "convirtiéndose en un sector muy tecnificado y altamente profesionalizado, por lo que las mejoras tecnológicas de las explotaciones ganaderas y el contexto de buen estado de salud de la cabaña ganadera catalana han permitido la publicación de este Decreto". Es decir: ya no vivimos en los 80, cuando había menos seguridad alimentaria.

Cataluña también recuerda que en España existen máquinas automáticas que venden leche pasteurizada, pero en Europa mira los casos de Francia o Italia, que ya están en funcionamiento este tipo de máquinas con leche cruda.

"La venta de leche cruda de vaca está amparada por una serie de requisitos establecidos en la normativa europea en materia de higiene alimentaria y esta nueva tipología de venta mejorará las características organolépticas de la leche y volverá a educar al consumidor en cómo tratarla", concluye el Govern.

Tras conocerse la medida, el debate se ha abierto entre profesionales alimentarios y los consumidores. Más aún después de que el Gobierno central haya anunciado sus intenciones de adoptar una medida similar para el conjunto del país. "Se está elaborando una normativa para regular los requisitos para comercializar la leche cruda teniendo en cuenta los últimos dictámenes científicos", dicen fuentes de Sanidad consultadas por el diario El País.

Profesionales sanitarios ya han salido al paso indicando que estas medidas pueden suponer un peligro, ya que los consumidores pueden exponerse a numerosos patógenos si no hierven la leche correctamente. Sin ir más lejos un informe de 2015 firmado por el Comité Científico de Aecosan apuntaba que "la leche cruda puede vehicular microorganismos patógenos y que el riesgo puede ser reducido, pero no eliminado por el uso extremado de prácticas higiénicas". Muchos ganaderos, en cambio, lo ven bien distinto, apuntando que la venta de leche cruda puede suponer otra fuente de ingresos importantes. Además, defienden la calidad y sabor de la leche cruda, que puede conseguir consumidores muy fieles. Hay, de hecho, amantes de lo ecológico que ven con muy buenos ojos esta medida, pues así consiguen leche sin que pase por procesos industriales.

Hay que decir que la venta de leche cruda no está prohibida cien por cien en España. Se puede vender a pequeña escala cumpliendo los requisitos de seguridad marcados por la normativa europea. Ahora el cambio viene de poder encontrar este producto en máquinas automáticas o en los supermercados.