Industria auxiliar | Nuevo servicio para detectar el coronavirus en la industria alimentaria

Ainia pone en marcha este servicio que se centra en superficies y aguas y es eficaz a la hora de comprobar que las medidas adoptadas en los establecimientos para prevenir la extensión de la enfermedad son adecuadas en las actividades que no han cesado, como es el caso de la industria agroalimentaria.

Laboratorio de microbiología de Ainia
Laboratorio de microbiología de Ainia

Las superficies contaminadas constituyen, junto con la vía aérea de persona a persona, los principales vectores de transmisión del virus (SARS Cov2) responsable de la pandemia global sin precedentes que vivimos actualmente. Detectar la presencia del virus en las superficies resulta fundamental a la hora de comprobar que las medidas adoptadas en los establecimientos para prevenir la extensión de la enfermedad son adecuadas y poder retomar las actividades industriales, comerciales y recreativas dentro de la llamada 'nueva normalidad'.

Muchas industrias han reforzado sus medidas de higiene en este nuevo contexto, pero su eficacia sólo podía validarse hasta ahora, mediante indicadores que muestran la calidad higiénica del entorno productivo, pero no la presencia del virus de forma específica. Por ello, el centro tecnológico Ainia ha puesto en marcha un nuevo servicio de detección de SARS Cov2 en superficies y aguas para que los diferentes sectores productivos, y de forma especial el sector agroalimentación e industria alimentaria, sectores afines como los de higiene y limpieza industrial, envases y embalajes, comercial, hostelería o restauración, entre otros, puedan contar con un medio directo de validación.

Con este tipo de análisis es posible validar las medidas de refuerzo de la higiene implantadas, a fin de prevenir la propagación de la enfermedad entre los trabajadores y la higiene del proceso industrial en general

Con este tipo de análisis es posible validar las medidas de refuerzo de la higiene implantadas, a fin de prevenir la propagación de la enfermedad entre sus trabajadores y la higiene del proceso industrial en general. También comprobar la eficacia de las operaciones de limpieza y desinfección, las rutinarias y las que se hayan podido implementar de forma extraordinaria frente al agente patógeno actual, señala el centro.

"Esta herramienta permite controlar de forma específica la presencia del coronavirus SARS Cov2, por lo que resulta de un alto interés, tanto para las empresas que han mantenido su actividad durante las últimas semanas, es el caso de las agroalimentarias, como para aquellas actividades que empezarán a retomarse con más o menos restricciones, a partir de las próximas semanas", señala el responsable de seguridad alimentaria de Ainia, Roberto Ortuño.

METODOLOGÍA

La metodología utilizada por este centro se basa en identificar el material genético del virus (mediante PCR, en concreto RT-PCR real-time) en las muestras seleccionadas y recogidas en las superficies de mayor riesgo, siguiendo dos criterios de identificación de los puntos de muestreo. Por un lado, las zonas con mayor riesgo de ser contaminadas, por poder estar expuestas a una persona posible portadora del virus que pudiera tocarla o toser sobre ella. Por otro, los puntos más propicios para la transmisión. Aquellos que están más expuestos a ser tocados por los posibles receptores, ya sean personal del propio establecimiento o público en general.

"Aquellas superficies que cumplan las dos condiciones serán las más indicadas para ser muestreadas. Dentro incluso de estas superficies, debemos elegir las zonas de mayor riesgo siguiendo los mismos criterios. Además, podremos tomar muestras en superficies que cumplan el primer criterio de forma especial, para evaluar el mantenimiento de las instalaciones", indica Ortuño.

"Controlar la presencia de SARS Cov2 en las superficies y las aguas es una herramienta para asegurarnos de que las condiciones de las instalaciones y las operaciones de limpieza y desinfección son correctas y nos permiten retomar la actividad con garantías", añade.

El kit para la realización de estas pruebas tiene una fiabilidad del 90%

La realización de estas pruebas, mediante un kit validado por el Instituto de Salud Carlos III con una fiabilidad por encima del 90%, consta de cinco fases: toma de muestras; extracción del ácido nucleico; PCR; análisis e interpretación de resultados y emisión del informe.

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