Eroski no pasa por su mejor momento. Tras conocerse que la compañía perdió 280 millones de euros en su ejercicio 2014-2015, ahora ha acordado iniciar un expediente de regulación de empleo (ERE) con carácter definitivo que afectará parcialmente a la plantilla de sus oficinas centrales ubicadas en Madrid y Málaga, así como a las plataformas de distribución de Málaga, Ciempozuelos (Madrid) y Mercamadrid, según fuentes de Europa Press.

La compañía ha adoptado esta decisión a través de sus filiales Cecosa Supermercados, Supermercados Picabo, Gestión de Hipermercados Caprabo Eisa y Caprabo tras la culminación de las operación de desinversión estratégica de un máximo de hasta 160 tiendas de las zonas centro y sur de la Península.

Según explica el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el procedimiento se basa en causas objetivas de carácter económico, organizativo y productivo. Si el plan de despidos sigue los plazos anunciados, el próximo 11 de junio iniciará una ronda de consultas en la que se planteará, entre otras cuestiones, un posible proceso de recolocación de los trabajadores afectados.

Con esta medida, Eroski cumple con parte de los hitos contemplados en su plan estratégico 2013-2016, asentando la actividad de los supermercados propios en sus mercados tradicionales de País Vasco, Galicia, Cataluña, Baleares y territorios limítrofes, reorganizando sus recursos en paralelo a esta organización de su red comercial.

El proceso de saneamiento de la red comercial avanzó el pasado año, afectando directamente a aquellos establecimientos que no lograron alcanzar los criterios de rentabilidad de la compañía tras un plan de reactivación de ventas impulsado desde el inicio de la crisis.