Tras despacharse a gusto, Antonio Garamendi, presidente de CEOE, alivió la tensión en la Asamblea de la Asociación Nacional Grandes de Empresas de Distribución (Anged) con un: “Bueno, eso para empezar”. Las risas que se escucharon entre el auditorio contrastan con la severidad con que se expresó en los minutos previos. En ese tiempo aprovechó para decir todo lo que tenía pendiente acerca de la propuesta de limitar precios de alimentación en algunos productos básicos. Se trata de una iniciativa que ha causado un enorme revuelo y que han rechazado desde el sector, los productores, la oposición y hasta algunos sectores del Gobierno.

Garamendi se reafirma en sus últimas declaraciones, en las que acusaba a Díaz de intentar aplicar una “programación soviética”. En esta ocasión, ante el auditorio de Anged, el representante de los empresarios se expresa en estos términos: “Es increíble que, en un país moderno, de Europa, se plantee lo que se ha planteado”. “Es increíble que en un país en el que tenemos libre mercado hayamos tenido que poner la voz en alto para que la CNMC dijera que qué era esto”, continúa Garamendi.

Es más, la iniciativa de Díaz dejaba fuera al pequeño comercio por entender que no tenían margen para hacer ese esfuerzo. El resultado es que “el pequeño supermercado se ha cabreado”, como dice el presidente de CEOE.

Así, a los empresarios de la distribución les comenta lo que muchos ya saben: “Si se ocurre os sentaros y hablar de precios tenéis a la policía en la puerta”. Para Garamendi, la proposición de la vicepresidenta Yolanda Díaz significa poco menos que instalar un cártel en España. “Parece mentira que un miembro del Gobierno promueva un cártel”, explica con asombro el presidente de la CEOE.

En esa línea dura, continuó atacando la propuesta que, como ha informado este medio, pasó de ser una limitación de precios a un simple esfuerzo por parte de la distribución a costa de sus propios márgenes. Después, incluso se ha acusado al sector de un problema de reputación que, de alguna manera, le obliga a plegarse a las exigencias del Ejecutivo. Garamendi es tajante: “Es peligrosísimo y lo hemos vuelto a ver, veremos quién es el siguiente”.

De ese modo, el presidente de la patronal sale en defensa de las empresas de la distribución, a quienes considera la solución. En su opinión, estas empresas demostraron su compromiso con el país y la sociedad en los peores momentos de la pandemia, en los que “el país estaba parado” y los supermercados e hipermercados siguieron abiertos para dar servicio a los ciudadanos.

A los empresarios les avisa de que “vienen curvas”, empezando por los dos próximos trimestres, el último del año y el primero de 2023, en los que es posible que España entre en recesión. Entre otras cosas, rechaza las dificultades que se les imponen y que agravan la situación de las empresas en un contexto especialmente duro. En particular, Garamendi se refiere a la regulación, que está en constante cambio y pone más trabas a la actividad de las compañías.

Asimismo, rechaza que el Gobierno ande buscando nuevas formas de mermar la competitividad de los negocios. “Estamos en impuesto tras impuesto y luego diciendo que las empresas ganan mucho”, critica Garamendi.