Hacer la compra en pijama... ¿hay que prohibirlo en los supermercados?

Una simple imagen difundida en Facebook sirve para levantar una gran polémica que pasa de boca en boca. Está ocurriendo durante los últimos días en Reino Unido con una foto subida por un cliente de Tesco en la localidad inglesa de Salford, cerca de Manchester, en la que aparecen dos mujeres haciendo la compra en pijama y bata. La instantánea viene acompañada con una petición a la cadena de supermercados para que evite que los compradores puedan acudir a sus tiendas vestidos de tal manera. El debate sigue abierto.

Chris Cooke ha sido el autor de la queja. "Querida Tesco, por favor... ¿podría poner una norma para que personas como estas no sean atendidas en sus tiendas?", decía en su post de Facebook, indicando que le resulta "asqueroso" que haya clientes que hagan la compra en pijama. "¿Quién no tiene tiempo para cambiarse de ropa para ir a hacer la compra?", se preguntaba en su publicación, la cual fue borrada días después tras ver la repercusión que había tenido.

La propia Tesco se animó a responder a Chris Cooke en la citada red social señalando que muchos de sus clientes han dicho sentirse "incómodos cuando ven a otros compradores vistiendo ropa inadecuada" en sus tiendas. "Tratamos de encontrar un equilibrio con el que todos estén contentos", añadía.

Sin embargo, un portavoz de Tesco consultado por la BBC ha indicado que el hecho de que algunos compradores acudan en pijama a los supermercados "no es un gran problema". Tesco comenta que no cuenta con ningún código de vestimenta para los clientes que acudan a sus establecimientos y apela a que sus trabajadores usen el "sentido común y la discreción" al hablar con los clientes sobre esta cuestión si surge algún problema.

La queja publicada por Chris Cooke provocó numerosos comentarios en las redes sociales, con muchos a favor y otros tantos en contra de que se prohibieran los pijamas en los supermercados. No es la primera vez que surge un debate similar en Reino Unido, pues ya en 2010 una tienda de Tesco en Cardiff pidió a sus clientes que no entraran en pijama o descalzos al establecimiento.

En España, de momento, no ha surgido un debate de este tipo, aunque no es del todo raro ver a algún comprador en el supermercado vestido con ropa para dormir o con zapatillas para estar en casa.