La crisis sanitaria derivada de la pandemia de coronavirus va a tener una incidencia desigual según los sectores de actividad. En concreto, la alimentación y el comercio electrónico acusarán un "impacto moderado".

Así lo señala un informe del Observatorio Sectorial DBK de Informa, que ha analizado 500 actividades y según el cual, en la distribución alimentaria, impulsada por la caída del consumo fuera del hogar, y en determinados productos de consumo (productos de higiene personal y algunos productos de limpieza, por ejemplo) se observa una mejora de su actividad, aunque el "notable repunte esperado del desempleo" en España y, en consecuencia, el "deterioro de la renta familiar" permiten prever un comportamiento menos favorable del negocio en los próximos meses.

La industria alimentaria y el sector primario también se encuentran en este grupo de incidencia más moderada. No obstante, algunos segmentos, en particular fabricantes y distribuidores de productos con una alta orientación al canal de hostelería y restauración, se verán en mayor medida afectados, precisa este análisis.

SECTOR DE BEBIDAS

Cabe señalar también al sector de bebidas, cuyas ventas, tanto de bebidas alcohólicas (destilados, cerveza, vino) como de no alcohólicas (refrescos, agua envasada) se están viendo muy afectadas por el cierre de establecimientos de hostería y restauración.

Asimismo, la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, gestión de residuos, envases y comercio electrónico, entre otros sectores, registrarán un impacto moderado. Este último, el comercio online, impulsará al sector de los envases de cartón por el aumento en la demanda de pedidos a domicilio, destaca el Observatorio Sectorial DBK.

TURISMO: IMPACTO MUY NEGATIVO

Por su parte, el turismo, el comercio al por menor no alimentario, la automoción y componentes, el textil/confección, los bienes de consumo duradero y las actividades de ocio y culturales son los seis sectores en los que la crisis generada por la COVID-19 tendrá un fuerte impacto negativo a corto plazo.

En concreto, las actividades asociadas al turismo, que habían mostrado una positiva evolución en años anteriores, se han visto especialmente penalizadas durante este mes de marzo, tras la fuerte contracción de la demanda, la cancelación de numerosos trayectos programados en las ramas de transporte de viajeros y el cierre temporal decretado en este mes para algunos tipos de establecimientos.

Se prevé que en las próximas semanas se prolongue el parón de la actividad. El impacto de estas tendencias en el conjunto de la economía española será "muy significativo", teniendo en cuenta la participación del turismo en el Producto Interior Bruto, la cual, tras haber aumentado en los últimos ejercicios, supera en la actualidad el 12%.