Covirán se aplica en materia de seguridad alimentaria. Por ello, con motivo del Día Mundial de los Derechos del Consumidor, que se celebra este 15 de marzo, la cooperativa ha puesto en valor el "riguroso" trabajo que desarrolla para reforzar los controles sanitarios de sus productos.

En este sentido, la enseña recuerda su colaboración con los proveedores que suministran frescos (frutas, verduras y carne) y alimentación seca a la cadena como "requisito indispensable" para transmitir confianza a los clientes sobre la calidad de los productos que se venden en los supermercados que operan bajo esta enseña.

"En todos los acuerdos con proveedores, la prioridad es la salud de los consumidores. Los productos deben someterse a la realización de auditorías, catas y análisis al objeto de comprobar que cumplen con los estándares de calidad y la normativa de seguridad", ha explicado la presidenta de Covirán, Patro Contreras.

PROCESO DE VALIDACIÓN

Según explica la compañía, aunque los criterios de evaluación son muy reglados, desde el área de Seguridad Alimentaria de la cadena se trabaja a diario por mejorar el proceso de validación. En alimentos frescos, el 89% de las compras que realiza Covirán es en origen, es decir a pequeños productores locales y cooperativas de territorios donde se encuentran sus supermercados.

Asimismo, en los últimos años se ha ayudado a los pequeños productores que tienen dificultad para etiquetar sus productos, poniendo a su disposición herramientas adecuadas que faciliten el proceso. De forma paralela se está trabajando para facilitar a los socios el etiquetado y la trazabilidad de los alimentos frescos que se encargan de envasar en sus tiendas.

De igual manera, la cooperativa concede mucha importancia al proceso de envasado de proveedores que han perfeccionado el sistema de embalaje para reducir el impacto en el medioambiente.

PROTOCOLOS DE SEUGURIDAD

El departamento de Calidad y Seguridad Alimentaria de Covirán reforzó en 2020 los protocolos de seguridad alimentaria tras detectarse en España un brote de listeriosis que tenía su origen en la carne mechada.

Si bien el brote de contaminación no llegó a afectar a los supermercados de la enseña, desde la cooperativa se redoblaron los controles sobre los proveedores de carne para velar por la salud de los consumidores.

A partir de marzo, tras detectarse los primeros casos de coronavirus en España y su inmediata propagación, se practicaron varias inspecciones para verificar las medidas de control sobre los alimentos al objeto de evitar la transmisión del virus.

CERTIFICADOS DE BIENESTAR ANIMAL

En el capítulo de carnes, la compañía considera imprescindible que los ganaderos cuenten con certificados de bienestar animal y utilicen métodos de producción sostenibles en sus explotaciones ganaderas y mataderos.

A todos los proveedores se les requiere, además, información sobre los trabajos que llevan a cabo para mejorar la sostenibilidad ya sea medioambiental, económica o social, y el tipo de alimentación que emplean para tratar de evitar el uso de fertilizantes sintéticos, plaguicidas y otros aditivos.

Por otra parte, la cadena inició hace unos años un proceso de reformulación de la composición de los productos para reducir el contenido de azúcar, sal y grasas saturadas de un amplio surtido de artículos de marca propia. Dicho proceso se encuentra hoy en fase muy avanzada. De las 197 referencias sometidas a la mejora de la composición, 140 alcanzan los objetivos nutricionales y las otras 57 lo harán antes de que finalice 2021.