Ante las informaciones surgidas recientemente sobre la situación de la fresa de Huelva y los cultivos en Doñana, Lidl ha anunciado que seguirá trabajando con este sector en el futuro, si bien recuerda que los productores de frutas y hortalizas que colaboran con la enseña "están obligados a cumplir con los estándares que exige GLOBAL G.A.P. IFA o con un estándar comparable". "El estándar tiene en cuenta aspectos fundamentales en el uso del agua", precisa la cadena de origen alemán.
En un comunicado, la compañía hace hincapié en su "firme compromiso con la huerta española". "El compromiso de la compañía con la calidad de nuestras frutas y hortalizas ha contribuido de manera decisiva a la exportación de estos productos y al desarrollo del sector agrícola español a lo largo de los años y lo seguirá haciendo en el futuro", sostiene.
Asimismo, dice seguir "muy de cerca" la situación del cultivo de frutos rojos en el Coto de Doñana. "Actualmente estamos en contacto con diversas organizaciones como WWF, Alliance for Water Stewardship (AWS) y Bundesverband des Deutschen Lebensmittelhandels para ver cómo podemos contribuir a mejorar nuestra cooperación con los proveedores", apunta.
En este sentido, subraya que a través de su Código de Conducta establece unos "estándares sociales y ecológicos" para la colaboración con sus socios comerciales. "Si disponemos de hechos concretos que demuestran que ha habido algún tipo de vulneración de estas disposiciones, tomamos las medidas apropiadas. Para ello, analizamos de forma continua y sistemática los posibles riesgos sociales y ecológicos en nuestra cadena de suministro, con el objetivo de detectarlos y corregirlos", afirma.
ANÁLISIS DE RIESGOS HÍDRICOS
La enseña explica que analiza los riesgos hídricos de las distintas zonas donde se cultivan los productos "para garantizar el uso responsable del agua a través de certificaciones externas como el Programa Sostenible para el Riego y el Uso de Aguas Subterráneas (SPRING) de GLOBAL G.A.P o Alliance for Water Stewardship (AWS)".
A este respecto, ya se ha completado un proyecto piloto siguiendo los estándares de AWS en dos explotaciones agrícolas españolas, en Huelva y Murcia. Estos dos proveedores están ahora certificados de acuerdo con el "estándar de agua más exigente", indica. Juntos cultivan alrededor de 1.100 hectáreas y producen bayas, tomates, uvas, granadas, aguacates y frutas con hueso para Lidl.
Según Lidl, actualmente está trabajando en medidas específicas a partir de la experiencia adquirida en este proyecto piloto. "Una parte importante de nuestros proveedores, productores y zonas de la región de Huelva ya cuenta con la certificación GLOBAL G.A.P SPRING. Esta certificación también aborda la legalidad del uso del agua en los cultivos agrícolas", señala.
"Por norma general, preferimos comprar productos a proveedores regionales siempre que sea posible. En Alemania, por ejemplo, nuestras bayas proceden principalmente de proveedores alemanes durante la temporada de bayas", concluye la compañía.
Esta misma semana, Aldi también se pronunciaba al respecto de la crisis de la fresa andaluza y salía en defensa del sector, recordando que compra "la mayor parte" de sus fresas a proveedores de Huelva. La enseña trabaja con 15 proveedores andaluces a los que exige, desde julio de 2022, un certificado de programa sostenible para riego y uso de aguas subterráneas.
