Mere, conocido como el 'Lidl' ruso, anunciaba a bombo y platillo en mayo su desembarco en España. La intención de la cadena era progresar con nuevas tiendas, pero sus previsiones parecen haberse congelado en los últimos meses. Hasta ahora, de los diez establecimientos prometidos, solo ha inaugurado cuatro, el último en L'Alquería de la Comtessa, entre Gandía y Oliva, abierto el pasado mes de septiembre y que se sumaba a los que la cadena tiene en Parla (Madrid) así como en La Pobla de Vallbona y en Aldaia (ambos también en la Comunidad Valenciana).
En España, este frenazo de Mere se ha notado en el municipio murciano de San Javier. La enseña rusa tenía previsto abrir en junio una tienda en la pedanía de Santiado de la Ribera. Pero fuentes municipales confirman que aún permanece cerrado mientras se gestionan los trámites y las licencias con el Ayuntamiento, informa Vozpopuli. De cara a este otoño, la cadena tenía previsto también desembarcar en Petrer (Alicante), en el centro comercial Dynamia. Sin embargo, de momento, tampoco ha abierto en este municipio.
FRENAZO TAMBIÉN EN EUROPA
España no es el único destino en el que los planes de la compañía, filial europea de Torgservis, grupo con sede en la ciudad siberiana de Krasnoyarsk, se han frenado. Es el caso de otros destinos en Europa, como Francia y Bélgica, dos países donde preparaba su estreno.
Asimismo, según recoge en su LinkedIn Jose Miguel Flavian, experto en retail, el discounter ruso se encuentra con "serias dificultades" que retrasan sus aperturas en Reino Unido, donde se había fijado a largo plazo ampliar la red hasta superar las 300 tiendas dentro de diez años. En concreto, problemas de logística y dificultad para contratar ejecutivos que entiendan su modelo han ralentizado medio año la apertura de su segunda tienda en este país.
EL SÚPER "SIN LUJOS"
Mere se fundó en 2009 y cuenta con mas de 800 establecimientos en Rusia. En el año 2015 comenzó su expansión internacional por Asia y la Unión Europea hasta llegar a nuestro país.
Una de sus principales bazas de la cadena son los precios bajos. La estética de sus supermercados recuerda a la de Lidl o Aldi hace unos años, incluso a las tiendas del Grupo Dia de los años 90, con un formato de economato en el que las estanterías brillan por su ausencia, con los productos apilados en cajas y palets por los pasillos.
Como la propia enseña comenta en su página web, se trata de un concepto de venta conocido como 'no-frills' ('sin lujos'), lo que supone que sus precios sean entre el 10% y el 20% más bajos que los de la competencia directa, señala. La mayor parte del surtido corresponde a productos de alimentación, aunque también incluye oferta de bazar y non food.
