Factores como la sostenibilidad (término ha aumentado su volumen de búsqueda en Internet el 342% en los últimos cinco años) o la compra responsable ganan cada vez terreno entre los consumidores, especialmente a raíz de la crisis sanitaria derivada de la pandemia de coronavirus.
Un reciente estudio de la app Too Good To Go, revelaba que el 42% de los españoles se propone ser más sostenible en su día a día y consumir de manera más responsable este 2022.
Pues bien, los jóvenes son, además, los que más valoran estas premisas, como reconoce el III Estudio Marcas con Valores de la consultora 21gramos que recoge en su LinkedIn Xavier Cros Benlliure, experto en conocimiento del shopper.
Este análisis pone de relieve que el 82% de los ciudadanos admiran a las personas que consumen con conciencia. No obstante, 6 de cada 10 reconocen que cuando compran barato, asumen que ese producto pueda estar fabricado bajo condiciones no responsables.
Asimismo, el 83% de los consultados están dispuestos a cambiar de tienda por otra con valores.
Además, uno de cada cuatro ciudadanos elige las marcas en base a valores, en contraposición al 18% de los consumidores que priorizan la relación calidad-precio. A este respecto, el estudio recuerda que en 2015 la calidad- precio representaba el 30%.
LOS VALORES IMPORTAN EN ALIMENTACIÓN
Alimentación y bebidas (68%) es la categoría en la que los valores cobran una mayor importancia. Le siguen moda (33%) y salud y cuidado personal (23%).
Por su parte, el 44% de los ciudadanos busca información sobre los compromisos ambientales de las marcas. Prácticamente el mismo porcentaje declara que elegiría una marca por cuestiones ambientales.
En el caso de los padres con hijos menores de 20 años, el 69% asegura que realiza un consumo más responsable gracias a ellos. De hecho, el 72% piensa que sus hijos tienen más información de la que ellos han tenido.
GRADO DE CONCIENCIA ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DE LA COMPRA
El estudio establece una nueva clasificación en función del grado de conciencia vinculado por una parte al estilo de vida del consumidor y por otra a los diferentes momentos del consumo:
- Antes de la compra, el ciudadano medita si lo necesita o no, pero también maneja información o datos acerca de las diferentes opciones existentes.
- Durante la compra, elige no solamente el producto o la marca que quiere llevarse y los valores asociados a él, sino la tienda o el lugar al que acude, primando aquellas que más casan con su estilo de vida y valores.
- Después de la compra, comprende y asume el acto que acaba de realizar y sus impactos medioambientales y sociales, que influyen en el cómputo global de la evaluación de la compra realizada.
En suma, estos datos indican que el gran reto de las marcas está en "entender esta realidad del consumidor consciente y ponérselo fácil", asegura Xavier Cros. Y parece evidente que los jóvenes son el motor del cambio en la sociedad.
