Tiempo atrás, el Black Friday se limitaba a una sola fecha, al cuarto viernes de noviembre, es decir, el día posterior a la celebración americana de Acción de Gracias. Entonces, las entradas en tiendas solían disminuir a medida que se acercaba el día D de las compras prenavideñas, ya que los clientes esperaban la caída de los precios para lanzarse a gozar de las ofertas propias de la festividad en cuestión, que este año se celebra el día 26. Ahora las cosas han cambiado y, al auge de la compra online, se le suma el de la duración del Black Friday adoptado también por el retail, que para muchos negocios empieza a principios de noviembre. Así pues, la dinámica ya no es la misma y las compras quedan repartidas a lo largo del mes. Es el caso de Valencia, donde los datos de las tres primeras semanas del mes no llegan al 5% de variación, o el de Madrid donde, en lugar de decrecer, las entradas en tiendas aumentan a medida que se acerca la fecha señalada.

Las tendencias pueden ser diferentes a las de años anteriores, pero no hay duda de que este noviembre está siendo positivo para el sector retail. Los datos obtenidos por TC Group Solution muestran un claro aumento de la entrada en tiendas durante las tres semanas previas al Black Friday. La paulatina recuperación pospandémica, se ve claramente reflejada en el 24,7% de diferencia entre la media nacional del 2020 y la de este año.

Esta noticia, claramente positiva, solo se ve deslucida por los datos que arrojan la primera semana de noviembre en Zaragoza y la tercera en Bilbao, únicos momentos en que el 2021 sale perdiendo en comparación con su antecesor, que lo supera por 3 y 11 puntos, respectivamente. Pese a ello, la tendencia general apunta a la recuperación, dando motivos al sector para adoptar cierto optimismo de cara al cercano Black Friday y a la Navidad que está por llegar.

Pese a ello, aún queda lejos el 2019, último año prepandémico y respecto al cual la entrada en tiendas sigue situada el 29,1% por debajo, cifra bastante menos grave que la de la caída del 46,6% que implicó el 2020.

La distancia con el añorado 2019 se nota especialmente en Sevilla, donde, pese a un ligero repunte, la tercera semana del mes tuvo una media de 156 entradas menos que las 433 que se registraron dos años atrás. La misma disparidad, aunque no tan acentuada, se percibe en todas las ciudades, siendo Palma la única que, durante la última semana, a punto estuvo de empatar con las cifras del 2019, quedando solo a ocho puntos de distancia.

TRÁFICO PEATONAL

Respecto al tráfico peatonal, los datos son aún más esperanzadores que los de la entrada en tiendas, ya que en casos como el de Sevilla y Zaragoza, la circulación de viandantes muestra cifras cercanas a las del 2019. En el caso de la capital andaluza, donde, durante la segunda semana de noviembre, la diferencia es de solo 142 transeúntes (4.022 frente a los 4.276 de 2019). No puede decirse lo mismo de Barcelona, donde las calles se han vaciado el 22,5% respecto al último año prepandémico.

Aun así, la tendencia es alcista y en todas y cada una de las siete ciudades sobre las que ofrece datos la citada compañía, el tráfico humano ha aumentado respecto al 2020. Un incremento del 23% que se reparte de forma desigual entre las diversas localidades analizadas, siendo más que evidente la diferencia entre el 6% de crecimiento de Bilbao y el 42% de Sevilla.

De mayor a menor auge de peatones se sitúan Zaragoza (con su 27%), Madrid (24,4%), Barcelona y Valencia (20% cada una) y Palma (18,5%). Pese a su notable aumento, los datos de circulación peatonal mantienen una misma dinámica intersemanal, es decir, no aumentan ni decrecen especialmente a medida que se acerca el Black Friday.