España es país con más superficie de viñedos y el principal exportador de vino (en 2014, casi 3.900 empresas españoles exportaron vino), por encima de Francia e Italia; sin embargo, el consumo nacional de vino cada vez es más bajo.

Las últimas estadísticas apuntan que, en España, se consumen 19,9 litros de vino por habitante y año. Una cifra muy alejada de mercados como Francia (con 47,7 litros), Portugal (42,5 litros) o Italia (37,1 litros) y que nos coloca en la 19 posición del ranking mundial de consumidores de vino.
 
Es más, el consumo nacional de vino nos sitúa por debajo de países con una naciente cultura enológica como Chile, Argentina o Austria; pero es que hasta nos superan regiones en las que ni siquiera tienen producción vinícola, tales como Estados Unidos, Dinamarca, Holanda o Gran Bretaña.

Entre las causas de la caída del consumo se suelen citar la crisis económica, las restricciones sobre alcohol en las normativas de Tráfico o los grandes máregenes que aplican la mayoría de los restaurantes en su carta de vinos. Pero también existen factores socioculturales que explican el desplome, especialmente que el vino no está de moda entre la población.

Desde el Ministerio de Agricultura  apuestan por fomentar el consumo nacional de vino promocionando un consumo responsable y potenciado sus virtudes saludables y sus valores culturales. Pero desde la Oficina de la Viña y el Vino creen que no es suficiente y piden medidas impulsadas desde otras Administraciones.