Las caras largas, la tensión y los nervios propios de una situación límite dieron lugar este lunes a la tranquilidad y el sosiego. Se vieron abrazos, palmadas en la espalda y muchas sonrisas en el acto de firma del acuerdo del Grupo Siro, del que fue testigo Food Retail & Service.

Los trabajadores, representados por los comités de empresa y los sindicatos, rubricaron con los representantes de los inversores un acuerdo que es como una bocanada de aire fresco en una negociación que se había caldeado tanto como los termómetros estos días. Cuesta imaginar que las jornadas de negociaciones fueran tan cordiales como los corrillos que se vieron en la sede del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. "Vivan los novios", se llegó a escuchar de parte de los trabajadores, que no ocultaron su humor festivo tras haber salvado sus empleos.

"Ahora más tranquilos, que estábamos todos muy nerviosos", dijo nada más entrar a la sala de prensa la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, una de las principales protagonistas de esta negociación. Gesto más serio tenía el presidente de Cerealto Siro, Juan Manuel González Serna.

Tras la firma y las fotografías protocolarias, los diferentes portavoces tomaron la palabra para agradecer a todas las partes el acuerdo conseguido. Alfredo Javier Alonso, representante de los trabajadores de Aguilar de Campoo, incidió en que “no es momento de reproches, es momento de agradecer”. Alonso quiso dejar claro que, a pesar de pasar por “meses muy difíciles”, lo que quieren los trabajadores ahora es trabajar: “Queremos marcharnos a casa a trabajar y a hacer galletas, que es lo que sabemos hacer”.

Por su parte, Marimar Rodríguez, de la fábrica de Venta de Baños, coincide en recalcar que “se vivieron momentos duros en todas las fábricas”. Rodríguez mostró el compromiso de los trabajadores por cumplir lo firmado, si bien pidió que se realice un nuevo esfuerzo para el centro en el que trabaja, que es a la vez el más antiguo y sobre el que pesan más dudas sobre su viabilidad. Reclamó a los nuevos inversores “hacer todo lo posible para que la planta tenga continuidad y no quede en el olvido”.

También dio su punto de vista el fundador y presidente de Cerealto Siro, Juan Manuel González Serna: “Me produce una enorme satisfacción saber que tenéis futuro”, dijo González Serna a los trabajadores. Asimismo, subraya el “ejercicio de responsabilidad” que han hecho los negociadores, quienes han aceptado un compromiso para salvar el empleo de miles de personas.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, alabó la “capacidad de trabajar y de elaborar tan buenos productos” que tiene la compañía. Además, cree que “sin ese acuerdo y sin ese esfuerzo era imposible la viabilidad y el futuro de la empresa”. El presidente castellanoleonés incidió en el papel de su administración al reunir a trabajadores y empresa, en vistas de que “no había comunicación” entre unos y otros.

En su caso, la ministra Reyes Maroto se mostró “muy emocionada” de lo conseguido. Llamó la atención sobre los “momentos emocionantes” que vivió junto a los trabajadores de las fábricas, a los que explicó el proyecto y los acompañó en la votación del nuevo plan que se había acordado el pasado jueves (ya viernes) a las tres de madrugada. En respuesta a Marimar Rodríguez, recogió el guante para “seguir trabajando” en los dos años que se ha dado de plazo para salvar esa planta.