Las recientes declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, a un medio británico afirmando que en España se instalan macrogranjas y se exporta carne de animales maltratados, siguen generando revuelo entre el sector ganadero y la industria cárnica de nuestro país.
Tras manifestarse este pasado fin de semana en Madrid miles de agricultores y ganaderos por el "abandono" que dicen padecer desde el Gobierno y para reclamar "contundencia contra los abusos de la industria y la distribución", el asunto de las macrogranjas colea de fondo en una polémica que parece no cerrarse.
Desde la empresa de ibéricos Enrique García, que lleva más de 100 años en este negocio, explican algunas peculiaridades de la industria cárnica española que conviene tener presente.
Esta compañía precisa que, tras publicarse la entrevista completa del ministro Garzón, se obserrva que sus "palabras descontextualizadas le han jugado una mala pasada". "La realidad de la respuesta a la pregunta durante su entrevista se centraba en las macrogranjas, y no en la ganadería extensiva, que son las que trabajan y ofrecen un mayor bienestar animal y, en consecuencia, productos de gran calidad y por los que España es reconocida, como, por ejemplo, por el jamón ibérico", apunta esta compañía.
Para esta firma, "lo importante de esta noticia es que la sociedad sea consciente del tipo de empresas cárnicas que hay en nuestro país y cuál es su forma de trabajo, y que, con toda la información en su mano, sean los propios consumidores los que puedan elegir los productos que desean consumir".
DIFERENCIAS ENTRE MACROGRANJAS Y GANADERÍA EXTENSIVA
Pero ¿Cuáles son las diferencias principales entre las macro granjas y las granjas extensivas? A este respecto, la compañía, poniendo un ejemplo concreto, aclara las diferencias entre una macrogranja y la ganadería extensiva. "Hoy en día, no hay una ley general que indique qué es una macrogranja, sino que se establece en base a cada comunidad autónoma", apunta.
"Las hay que ponen el límite en 1.000 madres, las hay que ponen el límite en más, y las que no lo tienen definido. Lo que deberíamos establecer, más que el número de animales, es la densidad de ocupación", afirma. "Por ejemplo, no es lo mismo tener 2.000 cabezas de ganado porcino en una finca de 1.000 hectáreas, que tener 500 en un recinto de 2.000 metros cuadrados, mientras que en la primera hay dos cerdos por cada 10.000 metros cuadrados, en la segunda hay una proporción de 2.500 cerdos por cada 10.000 metros cuadrados", explica.
"Si omitimos la densidad podríamos decir que la primera es una granja de 2.000 animales mientras que la segunda es de 500. La realidad es que las condiciones de bienestar animal y medioambientales de la primera, granja de cría en extensivo, son muchísimo mejores que la segunda, granja de cría en intensivo", precisan desde la empresa de ibéricos.
"Por lo tanto, el tema de la economía circular y el bienestar animal, determinarán en gran medida la calidad de los productos que ofrecen las empresas", concluye esta empresa.
PUNTUALIZACIONES DESDE EUROPA
A comienzos de este nuevo año, desde Europa se ofrecían algunas puntalización tras las declaraciones del ministro de Consumo español. En concreto, el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, aseguraba que la carne española no es de menor calidad que la del resto de la Unión Europea, pero reconocía el "problema" con el desarrollo de las macrogranjas y precisaba que Bruselas quiere promover las de pequeñas dimensiones.
"La carne española tiene la misma calidad que otras carnes europeas y otros alimentos europeos", manifestaba el comisario europeo añadiendo que no hay razón para decir que la comida española, la carne española, es de menor calidad que otras en la Unión Europea.
"Por supuesto, tenemos el problema con el desarrollo de la agricultura a gran escala, especialmente, en algunos sectores de la producción animal, como la carne de cerdo, las aves de corral y las gallinas ponedoras", añadía.
Asimismo, admitía que en Europa "se necesitan todos los tipos de agricultura", si bien ahora "uno de los objetivos más importantes de la Política Agrícola Común (PAC) es apoyar las pequeñas y medianas explotaciones".
DIFERENCIACIÓN EN EL ETIQUETADO
Recientemente, Alberto Garzón, tras reunirse con la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) se comprometió a visitar explotaciones de ganadería familiar de distintas tipologías y sectores productivos.
Lorenzo Ramos, secretario general de esta entidad, se refirió tras este encuentro a la "excelente" calidad de los productos provenientes de la ganadería familiar, una calidad que es conocida y valorada en el mercado interior así como en la exportación. Sobre las alusiones al maltrato animal, subrayó que, si se detecta algún caso, "no hay que ponerlo como ejemplo, sino denunciarlo". "Lo que hay que poner como ejemplo es la gente que está haciendo las cosas bien", añadió.
A este respecto, una de las medidas propuestas por Upa al Ministerio de Consumo es impulsar una diferenciación en el etiquetado para los alimentos producidos en explotaciones de agricultura y ganadería familiar: "un marchamo que los consumidores demandan y el campo merece para demostrar la calidad de estos productos y lograr unos precios justos", aseguró Ramos.
