Dulcesol, fiel a sus orígenes vinculados a la pastelería tradicional, se ha inspirado ahora en un famoso dulce francés y se atreve a ofrecer su propia versión. El mítico macaron, capricho histórico de la aristocracia gala, estará a partir de ahora al alcance de todo el mundo en un formato cómodo y original, que permite disfrutar de él en cualquier lugar y en diferentes sabores. Además, ha obtenido la certificación Sabor del Año 2016, que garantiza la excelente calidad de un producto.

Este otoño, Dulcesol reinterpretó la receta del clásico Cheese Cake, una de las tartas preferidas en Estados Unidos. Ahora, se vuelve hacia Francia para reinventar la pieza de repostería que apasiona al país vecino: los macarons. Estos exquisitos pastelillos, perfectamente reconocibles en los escaparates por su color y su forma redonda, son crujientes en el exterior y blandos en el interior y están hechos de pasta de almendras, azúcar y claras de huevo.

Los nuevos macarons de Dulcesol se conservan perfectamente en paquetes de cuatro unidades y se ofrecen en una variedad de 6 sabores, desde los clásicos cacao, frambuesa, naranja, limón o café hasta el sorprendente melón.

La presentación, a bordo de un elegante packaging en negro, subraya su carácter distinguido.