Solo el 44% de las familias españolas adapta las raciones de comida a la edad de sus hijos, según datos del V Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias. Además, el 24% reconoce que les da la misma cantidad que a un adulto.

Esta podría ser una de las causas de la alta prevalencia en España del sobrepeso y la obesidad infantiles, que, según los resultados del último estudio Aladino, son de 23,2% en sobrepeso y el 18,1% en obesidad.

Laura González, responsable de Nutrición de Nestlé España, explica que “los niños requieren un mayor aporte de energía y alimentos más nutritivos que un adulto, porque realizan una intensa actividad física y debido al crecimiento característico de la etapa infantil, que es lento pero continuado”.

Así, las raciones deben adaptarse a la edad del niño. En el caso de las carnes y pescados, es aconsejable tomar como referencia el tamaño de la mano del niño, con no más de un centímetro y medio de grosor. “Sabemos que las medidas caseras o gramos pueden ser poco prácticas para medir las raciones con las prisas del día a día, pero, al utilizar la palma de la mano del niño, los padres sabrán fácilmente cuánta verdura, carne, fruta o tubérculos debe comer el pequeño en la comida o en la cena”, apunta la experta.

Este tipo de consejos están incluidos en el Método Nutriplato, desarrollado por Nestlé en colaboración con el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

El V Observatorio Nestlé ha comprobado que las familias que más planifican el menú son las que comen mejor. Solo el 14% de los hogares encuestados piensa previamente qué va a comer y a cenar durante la semana, porcentaje que llega al 32% en las familias que comen bien y de manera equilibrada. Estas son además las que tienen más en cuenta el menú escolar a la hora de preparar la cena. El 31% de ellas se fija en lo que han comido sus hijos al mediodía en el colegio para decidir cuál es la cena óptima; algo que solo hace el 18% de los hogares españoles.