El sector de la hostelería se ha rebelado contra el Real Decreto que regula el comercio minorista debido a una polémica disposición que permite la venta de comida preparada en los domicilios, una medida que denuncian como "desorbitada" y que están estudiando impugnar.

Así lo ha explicado en declaraciones a Efeagro el secretario general de la asociación Hostelería de España, Emilio Gallego, para quien el Real Decreto aprobado el 13 de diciembre y publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 21 de ese mes, ataca directamente al sector. En concreto, el texto regula los requisitos en materia de higiene de la producción y comercialización de los productos alimenticios en establecimientos de comercio al por menor.

Entre estos comercios se incluyen los domicilios particulares, algo que ha hecho saltar las alarmas en el sector de la hostelería ya que, según apunta Gallego, podría estar incurriendo en un delito de "competencia desleal" y deja al descubierto las medidas de seguridad alimentaria. Estos motivos han llevado, según el secretario general de la asociación, a preparar un recurso con el que pretenden impugnar el decreto. La asociación tiene de fecha hasta finales de febrero, según ha explicado, para presentarlo.

Desde Baleares se han adelantado a la medida y el pasado dos de febrero el Gobierno autonómico informó de que no permitirá la venta de comida elaborada en domicilios.

La asociación Restauración de Mallorca fue la primera en dar la voz de alarma, según ha explicado el presidente de Restauración CAEB Mallorca, Alfonso Robledo, quien ahora espera que a nivel nacional también se tumbe la medida.

Contenido del decreto

La medida, según aclara en el BOE el Ministerio de la Presidencia, responde a la necesidad de establecer una normativa básica en relación a las adaptaciones de estos establecimientos con los requisitos europeos.

"Las zonas de la vivienda que estén destinadas a esta actividad tendrán la consideración de comercio al por menor", apunta para comenzar el texto. Además, detalla que los alimentos "preparados en locales utilizados principalmente como vivienda privada" solo se podrán vender al consumidor en "mercados ocasionales" o "mediante el reparto a domicilio".

Asimismo, los platos que se cocinen en estos lugares no se podrán suministrar a otros establecimientos de comercio al por menor ni congelar, ni tampoco las materias primas empleadas para elaborarlos. El decreto también incluye que las personas que se dediquen a esta actividad deberán presentar "una declaración responsable en la que declare que cumple los requisitos" para llevar a cabo la actividad.

Diversidad de opiniones

El vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Nutrición, Rafael Urrialde, ha apuntado en declaraciones a Efeagro que la norma considera los domicilios privados como comercios al por menor y, por ende, están sujetos a cumplir con toda la normativa al respecto.

Urrialde ha considerado que la disposición que debería estar generando polémica es la relativa a los requisitos específicos para los alimentos elaborados con huevo y no la venta de comida preparada en domicilios ya que, apunta, se trata de "un problema de comprensión" en los propios términos.

Por su parte, el experto en seguridad alimentaria de la Universidad de Córdoba (UCO), Antonio Valero, ha apuntado a que "el Real Decreto viene a regular las llamadas cocinas fantasma que están funcionando desde hace tiempo sin una legislación clara al respecto".

Para Valero, dado que la preparación de alimentos no se puede servir in situ, ni supone una cantidad "importante" (100 kg/semana), no cree que se considere como una competencia "demasiado intensa" al sector hostelero tradicional, y ha considerado que es "positivo" que haya una legislación al respecto ya que "existen muchos establecimientos destinados a vivienda privada de los cuales se desconoce la forma en que operan".

Una opinión que no comparte la propia hostelería, que prepara ya el recurso con el que esperan que se tumbe esta "desorbitada" medida.