La cadena estadounidense de restaurantes de pollo frito Popeyes planea abrir unos 1.700 establecimientos en toda China a lo largo de la próxima década de la mano del operador local de las cafeterías canadienses Tim Hortons, informa el diario South China Morning Post.
La compañía, que opera unos 4.100 establecimientos a nivel global, entró en el mercado chino en mayo de 2020 y, pese a las largas colas registradas en sus primeros locales tras la apertura, no alcanzó la decena de restaurantes abiertos en el país.
De hecho, los cerró todos hace cuatro meses, antes de volver a inaugurar el primero, situado en una céntrica zona de Shanghái, el pasado sábado.
El plan inicial de expansión de Popeyes pasaba por la apertura de hasta 1.500 locales en toda China, pero los confinamientos derivados de la política de 'cero Covid' y la competencia de rivales ya establecidos en el país desde hace décadas como Kentucky Fried Chicken (KFC) lastraron sus operaciones, según la prensa local.
"China sigue siendo un mercado muy importante para que la marca expanda su presencia", explicó en rueda de prensa el director general de Popeyes en China, Jason Ge.
UN MERCADO EN EXPANSIÓN
Según la consultora YuboZhiye, el mercado chino de la comida rápida podría alcanzar unos 1,5 billones de yuanes (205.705 millones de dólares, 189.049 millones de euros) en 2024, un aumento del 70% con respecto a 2017.
De hecho, South China Morning Post recuerda que el operador local de KFC anunció en febrero una inversión de unos 900 millones de dólares para abrir entre 1.100 y 1.300 restaurantes adicionales en el gigante asiático.
