La innovación y la tecnología marcan Hispack&Bta 2015

Hispack&Bta 2015 ha reunido a la industria del packaging y la tecnología para la alimentación durante cuatro días en el recinto Gran Via de Fira de Barcelona, donde han presentado las innovaciones que mejorarán y revolucionarán los productos que comemos y sus envases. Entre las novedades se encuentran impresoras 3D de alimentos, etiquetas antifalsificación que se conectan al móvil, envases inteligentes que alargan la vida de los productos o films que incorporan nutrientes.

Así, es posible encontrar bandejas de carne de ternera que alargan cinco días más la fecha de caducidad; etiquetas inteligentes que cambian de color y alertan del deterioro del alimento; envases para cosméticos que reducen el uso de conservantes artificiales o packs totalmente biodegradables fabricados con desechos de productos de panadería que, cerrando el círculo, vuelven a contener bollos y galletas. Además, se prevé que el Smart packaging crecerá progresivamente en los próximos años. Y todo con el sello de la sostenibilidad: materiales reciclables, biodegradables, ecodiseño, procesos que ahorren energía, menor uso de materias primas, reducción de peso y espesor de los envases, etc.

Otras novedades en Hispack pasa por la personalización de los envases: etiquetas impresas con vino en vez de tinta, sellos metálicos que facilitan la apertura de las botellas de cava aportándoles exclusividad, papel para envases flexibles con textura y aspecto metálico. Todo tipo de soluciones, materiales y acabados para conseguir packaging de categoría premium.

En Bta. se exhibe una impresora de alimentos en 3D todavía en fase de experimentación pero de próxima comercialización en los canales de hostelería y restauración colectiva; todo tipo de ingredientes, aromas, colorantes y otros productos alimentarios intermedios de última generación.

Entre las principales innovaciones del salón destaca la solución de visión hiperespectral que ha desarrollado Ainia Centro Tecnológico, consistente en la detección, a través de un sensor con una óptica especial, de la huella espectral infrarroja de cada punto del alimento, lo que permite obtener un mapa con su composición química, comprobando la frescura, textura y presencia de parásitos en pescado; detectar la humedad, la grasa, la presencia de materias extrañas en frutos secos y snacks o determinar la madurez en frutas y verduras.