El Corte Inglés ha comunicado oficialmente este sábado a los sindicatos con representación en la compañía el plan para recortar entre 3.000 y 3.500 empleos de su plantilla, el mayor ajuste laboral de su historia, en una reunión telemática en la que la cadena de grandes almacenes, según informan fuentes cercanas a la negociación, se ha comprometido a que todas las bajas sean voluntarias y con las condiciones que se pacten en la mesa de negociación.

En la reunión de este sábado, los responsables de recursos humanos de la cadena de grandes almacenes han trasladado a los representantes sindicales (Fasga, Fetico, UGT y CC.OO.) que la sociedad matriz, El Corte Inglés S.A, tiene un excedente de plantilla de entre 3.000 y 3.500 trabajadores de diferentes centros comerciales, logísticos y oficinas. Esto incluye a El Cortes Inglés grandes almacenes, Bricor, Hipercor, Sfera y centros logísticos, de oficinas y outlet.

La agencia Efe, citando fuentes cercanas a la dirección, recoge que al menos 2.500 saldrían de centros comerciales y tiendas y otros 500 de servicios centrales y aseguran que el único requisito para acogerse al plan será tener un contrato fijo. De este modo, tal y como confirmaron el viernes a Food Retail & Shoppers fuentes conocedoras de la negociación, el ajuste afectará de forma exclusiva a El Corte Inglés SA, la división fundamental de la compañía y la que gestiona el retail -los grandes almacenes de la cadena-, que cuenta con un total de 63.000 trabajadores, por lo que el plan afectaría al 5% de la plantilla; sin afectar a otras divisiones del grupo como Viajes el Corte Inglés (actualmente en situación de ERTE).

No olvidemos que El Corte Inglés es uno de los mayores empleadores de España con una plantilla total cercana a las 90.000 personas, por lo que el ajuste laboral supone mucho más que una simple decisión empresarial y es todo un terremoto para el retail español además de un importante incendio para el Gobierno del país, ansioso por mantener la paz social en una situación más que delicada para la economía nacional. De hecho, según informa este sábado el digital Vozpópuli, existiría un fuerte malestar el el Ejecutivo con la cadena que preside Marta Álvarez por no haber comunicado este recorte de empleos, habida cuenta de que en los útimos meses la compañía ha recibido créditos ICO en los últimos meses que han servido para relajar su calificación crediticia.

DESPIDOS EN EL CORTE INGLÉS: LA PANDEMIA Y EL CRECIMIENTO DEL ONLINE HACEN MELLA EN LAS CUENTAS

El recorte de plantilla se enmarca dentro de ese proyecto transformador del grupo, muy afectado en el último año por la pandemia de coronavirus y las restricciones al comercio y al turismo en España. La compañía ha registrado en el último año numerosas pérdidas y ha intentado mantenerse a flote en un contexto marcado por el incremento de la venta online en detrimento de las compras en sus centros comerciales. Una realidad que ha terminado plasmándose en el cierre de centros, la diversificación del negocio hacia la omnicanalidad y, ahora, el despido de miles de trabajadores.

La reestructuración, por tanto, pasará probablemente por este adelgazamiento de la plantilla así como diversos ajuste en la estructura de las plantillas, con menos personal en tienda y más en los almacenes y en la logística para la distribución para satisfacer el cambio de hábitos del consumidor y las nuevas tendencias de consumo. Sea como fuere, de momento se rehúsa a hablar de Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y se insiste en la "voluntariedad" del plan de ajuste.

Durante estos meses, el Corte Inglés ha mantenido diferentes ERTEs (expedientes temporales de regulación) aprobados conforme a las limitaciones al comercio que ponían en marcha las distintas administraciones. Es el caso de Viajes El Corte Inglés, que continúa con esta regulación temporal (y no está incluido en el plan de ajuste) o distintos centros comerciales en zonas confinadas o con restricciones del territorio nacional. Ahora la compañía da un paso más ante un panorama de fragilidad sin precedentes en España.

Los sindicatos informan de que la comisión negociadora se constituirá la semana que viene y a partir de entonces tendrá un plazo de 30 días para cerrar un acuerdo que recoja "las medidas más atractivas posibles para la plantilla".