Cuando una empresa no pone límites a su política de ahorro de costes, tarde o temprano empieza a desarrollar prácticas injustas o, por lo menos, a tolerarlas en su entorno. Es verdad que en bastantes ocasiones se producen por la vía de la subcontratación; aunque también es cierto que es la manera más fácil de mirar para otro lado.

Algo parecido le está ocurriendo a la cadena estadounidense de distribución Walmart. Varios empleados de Roadlink Workforce Solutions, centro logístico que distribuye mercancía en las tiendas de Walmart en el estado de Illinois, están en huelga desde mediados de septiembre, en protesta por supuestos impagos y malas condiciones laborales.

A las protestas, se han unido diversas asociaciones civiles de la zona para pedir que se respeten las jornadas laborales y el salario mínimo. El lunes pasado fueron detenidos 17 manifestantes que impedían el acceso al almacén.