La pérdida desconocida en el gran consumo, ya sea por hurtos y por fallos en la gestión administrativa, sigue siendo uno de los grandes problemas del sector. Tanto que el año pasado hubo 1.800 millones de euros en pérdidas, lo que representa el 0,82% de las ventas. El porcentaje de pérdida desconocida ha disminuido respecto al ejercicio anterior el 2,3%, pero a nivel económico la cifra es superior a los 1.778 millones de euros perdidos de 2015 debido al incremento del 3,7% en la cifra de ventas en el sector minorista. La tubería rota sigue, por tanto, teniendo importantes goteras...
El sector del gran consumo se ha vuelto a reunir en el Congreso de Aecoc de Prevención de la Pérdida, que cumple ya 20 años, y una vez más ha quedado reflejado que los robos y los errores administrativos son un problema... y de los grandes. "Perdemos dinero, tiempo y reputación", ha dicho Javier Campo, presidente de Aecoc, que ha hecho de portavoz del sector señalando que "las condenas son poco efectivas y hay una sensación de impunidad con estas prácticas". "La colaboración público-privada es esencial y la última reforma del Código Penal ha sido bien vista por el sector", ha comentado, pero no es suficiente y ha reclamado más medidas para que las empresas dejen de tener fiebre al ver el dinero perdido.
La buena noticia, si nos apuran, es que la pérdida desconocida se ha mantenido estable en los últimos tres años, por lo que se están notando las medidas que se están aplicando. Según el estudio de EY al respecto, presentado durante el congreso, hay sensación en el sector de que las cosas se están empezando a hacer bien. El 57% de las empresas creen que la pérdida desconocida ha disminuido, frente al 30% que considera que ha aumentado. El 13% habla de estabilidad.
En el gran consumo, el índice de pérdida se sitúa en el 0,82% de las ventas, superior al 0,72% de 2015. Mal dato, más teniendo en cuenta que es el único sector donde sube, ya que en ferretería, textil, perfumería o electrónica de consumo hay descensos.
"Perdemos dinero, tiempo y reputación"
De los mencionados 1.800 millones de euros de pérdida, el 59% corresponde a hurtos externos mientras que el 22% se atribuye a hurtos internos. Son dos puntos y un punto menos, respectivamente, a los datos del año anterior. Sumando, nos sale un porcentaje del 81% de pérdida por culpa de los robos (en 2015 era el 84%). Los errores de gestión sí se han incrementado en 2016, representando un 19% frente al 16% de 2015. Sobre todo hay fallos en los procesos de preparación y entrega de la documentación y errores en la fijación de precios.
Por tipo de tienda, los supermercados (0,85%) y las tiendas especializadas (0,72%) representan índices de pérdida más altos, seguidos de los hipermercados (0,63%) y los almacenes mayoristas (0,63%).
Por productos, las bebidas alcohólicas (86,7%), los embutidos (73,3%), las conservas (53,3%) y los chocolates y snacks (40%) son los que tienen mayor índice de hurtos. En cosmética, los amigos de lo ajeno se fijan en las cremas (84,6%), el maquillaje (69,2%) o los perfumes (69,2%). En otros sectores también hay índices superiores en productos caros, lo que refleja que hablamos de ladrones 'profesionales' que luego revenden los productos en mercados alternativos. Esto preocupa especialmente al sector.
Preguntados en el congreso, el 37% de los asistentes ha señalado que el mejor avance para bajar los números de pérdida desconocida es potenciar el análisis de datos. Otro 31% reclama más formación del personal. El 19% habla de mejorar los sistemas de seguridad actuales y solo el 13% ve optimizar los procesos de gestión.
Manuel Fernández, director de Desarrollo de Negocio de productos de consumo y retail de EY, ha aconsejado aplicar tres puntos en el sector: más tecnología, más computación y más Inteligencia Artificial.
