Aldi cerrará 2025 con 496 supermercados en funcionamiento después de sumar 33 aperturas a lo largo del ejercicio, cinco de ellas traslados, lo que supone un incremento neto de 28 establecimientos frente al cierre del año anterior.

En los últimos cuatro años, Aldi ha más que doblado su capacidad logística hasta superar los 248.000 metros cuadrados, y en la actualidad cuenta con siete centros gracias a la reciente ampliación de su plataforma de Pinto (Madrid), a la que cabe sumar las de Masquefa (Barcelona), San Isidro (Alicante), Dos Hermanas (Sevilla), Agüimes (Las Palmas), Sagunto (Valencia) y Miranda de Ebro (Burgos).

La compañía ha concentrado buena parte de las aperturas en Andalucía y Cataluña, con siete y seis tiendas respectivamente, seguidas de Madrid (cinco) y la Comunidad Valenciana (dos). El avance también se ha extendido al norte y a los archipiélagos, con nuevas tiendas en País Vasco, Cantabria, Galicia, Baleares y Canarias. En paralelo, Aldi ha elevado su superficie comercial hasta cerca de 549.000 metros cuadrados, un 54% más que en 2020, y ya supera los 8.000 trabajadores en España.

Un 40,7% de penetración en España

El crecimiento en superficie se ha traducido en un correspondiente avance comercial. En el último año, la cadena ha ganado alrededor de 400.000 compradores y se mantiene como la enseña que más clientes ha sumado en el país en los últimos cuatro años. En total, 7,8 millones de hogares compran ya en Aldi, con una penetración del 40,7%, según datos de Worldpanel by Numerator.

Aldi ganó cuatro décimas de cuota de mercado en el último año hasta el 2,5% de la distribución moderna en España —donde ocupa la octava posición—,  el tercer mayor avance por detrás de Mercadona y Lidl, según datos de Algori.

El modelo sigue pivotando sobre la marca propia —nueve de cada diez referencias— y una cadena de suministro optimizada con más de 400 proveedores nacionales. Según estimaciones de la compañía, este enfoque permite a las familias ahorrar hasta 20 euros semanales frente a la cesta media del mercado, una propuesta especialmente atractiva en un contexto de elevada sensibilidad al precio.

En el último ejercicio, la enseña que dirige Valentín Lumbreras facturó 2.000 millones de euros, el 17,2% más, si bien declaró pérdidas por valor de 470 millones debido a una reevaluación de sus activos inmobiliarios y financieros.