Con un descenso de dos puntos en los últimos tres meses de 2014, España ha entrado en el grupo de los 20 países europeos en los que la confianza de los consumidores es menor. Esta es la conclusión que se extrae del último Estudio Global de Confianza de los Consumidores, elaborado por la consultora Nielsen.

Un informe que también arroja datos positivos como que, a pesar del descenso de final de año, el cómputo global queda cinco puntos por encima del registrado en 2013.

Los consumidores no confían porque, a pesar de las mejoras macroeconómicas, el paro se mantiene por encima del 20%. De hecho, la última Encuesta de Población Activa (EPA) demostró que el número de parados había crecido en 30.100 personas entre los meses de octubre y diciembre.

A pesar de esto, la cifra de personas que terminaron 2014 sin trabajo es menor que la que de 2013. El cómputo refleja que el paro ha bajado en más de 475.000 personas, pero la cifra no es suficiente para que los españoles dejen de ver con cierta inquietud el mercado laboral. Tanto es así, que, tres de cada cuatro consideran que las perspectivas laborales para 2015 no son buenas y tan sólo un 20% se muestra confiado en el terreno profesional.

La preocupación por perder el puesto de trabajo, en el primer escalón de la lista de inquietudes de los encuestados por Nielsen, es la culpable de la pérdida de confianza de los consumidores.