Retailers | Los hurtos en supermercados también dependen de su ubicación geográfica

Los expertos aseguran que no se roba lo mismo en Madrid, que en el País Vasco o que en el arco mediterráneo. Los intereses y perfiles de los ladrones varían de una región a otra.

Supermercados pequeños y medianos, blanco de los hurtos en verano
Los hurtos en supermercados también dependen de su ubicación geográfica

El hurto en supermercados es un delito que se ha agravado en los últimos tiempos en todo el mundo. Un problema derivado de la elevada inflación que ha puesto a algunas cadenas al límite en ciertos sitios, como ha reconocido, por ejemplo, el gigante estadounidense Walmart, dispuesto incluso a cerrar tiendas si la situación no remite. Sin embargo, en España los robos a estos establecimientos también se han multiplicado en los últimos años, aunque los expertos aseguran que tienen una incidencia muy distinta en función del lugar o zona en la que se encuentran situados.

En este sentido, varían los productos o artículos que se sustraen en estas tiendas. Es decir, no es lo mismo lo que los ladrones roban en Madrid que en el País Vasco, por ejemplo. Según informa Business Insider, el cava es un producto mucho más robado y vigilado en la zona mediterránea, mientras que en Madrid es irrelevante. Igual que los vinos: en el norte tienen mucha más presencia en los hurtos que los propios licores.

Además, las personas que cometen estos hurtos no tienen el mismo perfil en la ciudad que en el ámbito rural. Según destacan desde Nedap, las cadenas de supermercado con las que trabajan en las grandes ciudades están notando que estos ladrones son profesionales y se concentran en revender esos productos de un precio más elevado.

En cambio, en pequeñas poblaciones los clientes normales del día a día suelen ser quienes llevan a cabo pequeños robos. "El perfil es mujer, de unos 50 años y que realiza la compra diaria. No es para revender, es para el consumo propio. Es gente que antes se gastaba 20 euros diarios y ahora lo mismo le cuesta 25 y quieren mantener el mismo nivel de vida, comprando lo mismo, pero esos 5 euros de más deciden robarlos", explica un franquiciado rural.

Por lo tanto, la diferencia de hurto puede ser geográfica, por culturas gastronómicas o puede estar motivada por situaciones macroeconómicas y sociales, como ha sido la guerra de Ucrania o la pandemia, que ha derivado a falta de alguno de los productos. "En general, todos aquellos que tienen un precio por encima de 3-5 euros son susceptibles de ser robados", subrayan los expertos.

MEDIDAS ANTIRROBO

Esta situación ha llevado a muchas cadenas a proteger con sistemas antirrobo artículos y mercancía básicas (como el aceite o los dentífricos) y otros como chocolates o comida para gato, algo nunca visto antes de la pandemia, igual que si se tratase de licores, jamones ibéricos o productos gourmet.

El caso del aceite es algo que ha sorprendido a todo el sector. "En las últimas visitas a supermercados, este producto lo encontramos con las alarmas de cuello de botella, que hasta ahora solo llevaban las botellas de alcohol. También dentífricos, que ahora se pueden encontrar en cajas antirrobo", destacan desde Veesion.

Estas medidas no solo sorprenden a los compradores sino que algunos han hecho público su enfado en redes sociales, como os contaba Food Reail & Service recientemente. Es el caso de clientes de Walmart. La enseña ha puesto bajo llave cientos de artículos, algunos tan básicos como el jabón y otros productos de higiene personal y ha reforzado la vigilancia en los pasillos. Los clientes solo pueden obtener lo que quieren si pueden encontrar a un empleado.

"Todo está bajo llave, como si todos fuéramos ladrones. Tienes que llamar a un asistente cuando quieras sombra de ojos. Ridículo", expresaba una usuaria.

HURTO FAMÉLICO

Lo que sí tienen claro los expertos es que no todas las personas que roban en el supermercado lo hacen por los mismos motivos. Los hay que no está en su ánimo robar, pero necesitan algunas cosas. Entonces cogen y abren una bolsa de pastillas para el lavavajillas y cogen una, dos o tres, nunca la bolsa entera, sino que solo roban las que necesitan, aunque el detallista pierde el valor del producto entero, detallan. Esto es lo que  denomina hurto famélico.

En esta línea, desde que estalló la guerra de Ucrania, se está produciendo otra clase de hurto, que se basa en el miedo a la escasez. Esto es algo que vivimos de forma puntual durante la pandemia con el papel higiénico y que con la invasión se ha trasladado, por ejemplo, al aceite de girasol.

En nuestro país, la enseña valenciana Mercadona ha tomado medidas para afrontar los robos en sus establecimientos. En concreto, ya puede denunciar los hurtos en sus tiendas desde sus propios ordenadores tras firmar un acuerdo con Policía Nacional para conectar sus bases de datos y que los empleados de los supermercados puedan poner los hechos en conocimiento de las autoridades sin salir del local y sin necesidad de acudir a Comisaría.

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