Mercadona negocia desde hace varias semanas su nuevo convenio colectivo, que afecta a los cerca de 95.000 trabajadores en España, y estudia la posibilidad de que el IPC deje de marcar la totalidad de la revalorización salarial. Así, según indican fuentes sindicales a Cinco Días, la enseña propone que la inflación represente un máximo del 1,5% en la subida salarial anual. Si el dato anual del IPC es superior a ese porcentaje, el incremento pasaría a calcularse en base a los resultados de la compañía, y siempre hasta un máximo del 5% sumando todos los conceptos.

A principios de este 2023, la cadena incrementó los sueldos el 5,7%, dato que, como marcaba su convenio, debía coincidir con el dato general del IPC de diciembre del año anterior. Una subida que, además, también aplicó a los complementos salariales, relevantes en las nóminas de la plantilla y que en principio no estaban incluidos en la medida.

En la actual mesa de negociación, se pretende defender al máximo la vinculación de la revalorización salarial al IPC real, y que también se incluyan los complementos de forma permanente. A partir del primer año en Mercadona, y hasta el cuarto, un trabajador gana el 11% anual más solo por el plus de antigüedad.

Por su parte, CCOO cree que el porcentaje anual del IPC debería subir al menos hasta el 3,5%, y el tope a la subida anual del 8%, además de introducir garantías para que, en caso de IPC cero, se garantice el poder adquisitivo. En cualquier caso, se trata de una propuesta inicial sobre la que se trabajará en las siguientes reuniones. Las fuentes consultadas apuntan a un escenario todavía abierto, en el que no se descarta al 100% la fórmula actual.

SUBIDAS SUJETAS A RESULTADOS

Tal y como indica el citado medio, la vinculación de los salarios a los resultados anuales no es novedosa en los convenios de Mercadona, aunque su papel sí cambiaría de forma relevante.

En el último acuerdo, estos se incluyeron para anular la subida del IPC en el caso de que no se cumpliesen ciertos ratios de rentabilidad. En concreto, la enseña valenciana debía alcanzar un beneficio neto anual que representase, como mínimo, el 1,5% de su cifra de negocios. Entre 2019 y 2022, ese ratio se mantuvo siempre en el entorno del 2,5% y el 2,6%.

En el caso que ahora se negocia, su papel sería el contrario: según los resultados, los ratios que se establezcan estarían diseñados para elevar el porcentaje de subida.