La moda llegó hace tiempo a los supermercados y, sobre todo, a los hipermercados, pero parece que es ahora cuando está teniendo más relevancia entre estanterías llenas de alimentos, bebidas o productos de limpieza. Pocas cadenas apuestan por introducir el textil en sus lineales, pero su propuesta está dando resultado: cerca del 50% de las españolas confiesa comprar ropa en estos establecimientos.

De esta forma, los súper e híper se alzan como los nuevos 'fashion hotspot', según se desprende del estudio Actitudes LifeStyles 2016 llevado a cabo por Kantar Worldpanel. De hecho, el informe apunta que 9,5 millones de españolas compran moda en el canal dinámico, lo que supone un 48,5% de la población femenina nacional. El dato es medio punto superior al del 2015.

Además, el 94% de las encuestadas perciben que pueden encontrar moda en muchos lugares más allá de las tiendas convencionales, como por ejemplo, en el supermercado.

Según el estudio, una de cada tres españolas considera que tiene poco tiempo para cuidarse y, por ello, es normal que prefiera acudir a un único espacio donde poder encontrar todo aquello que necesite, tanto alimentos como ropa.

Además, el 90% de las mujeres opinan que no solo las prendas de precios altos ofrecen calidad y, de hecho, un 60% prefiere pagar poco por prendas de última tendencia, al tiempo que el 79% de las mujeres se sienten más orgullosas cuando adquieren ropa a buen precio.

Dentro del formato supermercado, la cadena que quizá más fuerte está apostando por el textil es Lidl, concretamente con su marca de ropa femenina Esmara, con la que pretende evolucionar el concepto de 'smart discount' hacia el 'smart fashion'. El objetivo es "democratizar la moda", ha señalado la compañía, donde el textil supone actualmente el 10% de su negocio.

Las colecciones de Esmara no son permanentes y cambian al mismo ritmo que las tendencias, indica la empresa, que cada mes coloca en sus lineales nuevas colecciones cápsula que "responden a la demanda del momento".