Las patronales de las principales cadenas de distribución y supermercados españoles han coincidido este lunes en resaltar la eficiencia y la capacidad de la cadena en situaciones de crisis como la guerra de Ucrania.

"La demanda anómala que estamos detectando afecta a un número muy limitado de productos relacionados con el aceite de girasol procedente de Ucrania y existen alternativas tanto de origen como de producto", ha insistido en declaraciones a Efeagro el director general de la patronal Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), Ignacio García Magarzo.

Esta organización, que agrupa al 70% de la superficie comercial de alimentación y a cadenas como Mercadona, Lidl o Dia, ya confirmó el pasado viernes que algunas empresas de distribución estaban limitando la venta de aceite de girasol debido al comportamiento atípico del consumidor.

"La cadena alimentaria española es extraordinariamente eficiente y tiene suficiente capacidad para proveer al mercado de los productos que componen las categorías de grasas vegetales", ha remarcado García Magarzo.

En la misma línea, el presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino, ha insistido en que "Ucrania es un proveedor importantísimo de muchas materias primas agrarias, especialmente maíz y girasol" y, por ello, la situación actual "ha empezado a generar distorsiones y tensiones en los mercados primarios que podrían tener efectos en el medio plazo".

ACES representa a los supermercados de Auchan Retail, Grupo Carrefour, Grupo Eroski y SuperCor.

Para el responsable de ACES, su función ante este nuevo escenario es la de tratar que los consumidores puedan seguir disfrutando de un "surtido íntegro de productos, con las mejores calidades y en las condiciones más competitivas, a través del diálogo y la cooperación con nuestros proveedores para garantizar un buen funcionamiento de la cadena y fuentes de aprovisionamiento".

En esta línea, ha apelado a los consumidores españoles a que realicen sus compras de alimentación con calma y sentido común, pues "el acopio de alimentos es totalmente desproporcionado".

En su opinión, estas actuaciones son innecesarias si se tiene en cuenta la oferta y la variedad de productos y, además, "perjudica en última instancia al propio consumidor y al correcto funcionamiento del proceso de aprovisionamiento de las tiendas".

Ha puntualizado que algunas empresas han adoptado ya medidas dirigidas precisamente "a que los acopios irracionales no distorsionen el normal funcionamiento de las tiendas perjudicando al resto de los consumidores".

Mientras, la industria española de aceites comestibles considera que en el corto plazo "no" hay peligro de desabastecimiento del aceite de girasol a causa de la guerra, pero que si el conflicto se alarga habrá que buscar otros orígenes.

Otras industrias muy relacionadas con este producto como la de conservas de pescado ha mostrado este mismo lunes su preocupación por esta situación y ha señalado a otros países como Argentina, Moldavia, Bulgaria, Brasil o Francia que también producen esta grasas, pero en cantidades insuficientes.

Por ello, según la patronal Anfaco, las empresas buscan ya planes de contingencia y alternativas como trabajar contrarreloj en las formulaciones de los productos con aceites sustitutivos como el de soja.