Sector Primario | Los falsos jamones de pata negra e ibéricos, un fraude de escala nacional

El entramado, que convertía piezas de baja calidad en falsos jamones de pata negra mediante sopletes y otras técnicas, contaba con ramificaciones en Sevilla, Cáceres, Valencia, Salamanca y Madrid, según ha denunciado Facua.

Rubén Sánchez, portavoz de Facua (foto: Europa Press).
Rubén Sánchez, portavoz de Facua (foto: Europa Press).

La Guardia Civil ha desmantelado en Alcalá de Guadaíra un entramado millonario que comercializó durante meses falsas paletas de ibérico. Al frente del mismo, un empresario conocido como 'Bertín Osborne' por su parecido con el personaje público. La trama contaba con ramificaciones en Cáceres, Valencia, Salamanca y Madrid.

El negocio consistía en convertir piezas de baja calidad en falsos jamones de pata negra mediante sopletes, aceite de semillas y carbón natural, según informa El Confidencial. La Guardia Civil encontró 50 toneladas de este jamón en dos almacenes clandestinos, muchos de ellos en mal estado.

El siguiente paso: quiénes han adquirido los jamones

Como era de esperar, las reacciones han sido inmediatas. Facua Andalucía ha elevado instancias a la Consejería de Salud y Consumo y a la de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural para reclamar que, en coordinación con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), faciliten información "útil" a los consumidores relacionada con el entramado que comercializaba "falsos jamones de pata negra y productos ibéricos" almacenados en la provincia de Sevilla sin controles y registros sanitarios.

En un comunicado, la asociación ha informado de que ha instado a las autoridades autonómicas a que, con independencia de las actuaciones judiciales que se encuentren abiertas en estos momentos, faciliten información que permita a los consumidores identificar si han adquirido alguno de los productos "supuestamente ibéricos" interceptados por la Guardia Civil en un almacén.

Así, Facua Andalucía ha solicitado detalles sobre la marca o las marcas involucradas con esta trama, proveedores, números de lote si los hubiera, establecimientos donde estuvieron a la venta, así como cualquier otra información de servicio que permita a la ciudadanía conocer si han adquirido, y deben evitar consumir, alguna de estas falsas paletas, jamones y chacinas ibéricas que carecían de los preceptivos controles y registros sanitarios.

Una cuestión de salud pública

Además, según Facua, el entramado "ha puesto en riesgo la salud pública". La asociación ha recordado que el Seprona, en la inspección, destapó las condiciones "deplorables" de los alimentos intervenidos en este almacén de la provincia de Sevilla con "gusanos" y "totalmente cubiertos de moho".

A esto se suma el hecho de que los agentes verificaron la falta de registro de entrada y de salida de los productos, así como de control en la trazabilidad o las modificaciones que realizaban a las etiquetas de los lotes de 2019, a los que habían puesto 2030 como fecha de consumo preferente para darles salida en el mercado.

Asimismo, la organización ha informado de que el entramado seguía un esquema según el cual realizaban el fraude con los productos alimenticios abriendo una nave y empezando a trabajar en ella hasta que se producía una inspección de sanidad, solicitaban unos días de margen para recopilar la documentación, y a la vuelta de los inspectores ya se habían marchado a otro lugar, donde reproducían el mismo procedimiento una y otra vez.

El empresario que ha llevado a cabo estas prácticas se enfrenta posibles delitos contra la propiedad industrial, estafa, contra la salud pública y falsedad documental.

El entramado cuenta con ramificaciones en las provincias de Cáceres, Valencia, Salamanca y Madrid, según Facua, con empresas que serían víctimas del fraude o que están siendo investigadas como cómplices.

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