Fabricantes | Ignacio Silva: "Deoleo no está en venta y seguimos pensando en el largo plazo"

Anticipa que el precio del aceite de oliva no descenderá hasta al menos la primavera de 2024.

Ignacio Silva, durante la rueda de prensa en Aecoc.
Ignacio Silva, durante la rueda de prensa.

"Deoleo no está en venta y seguimos pensando en el largo plazo", ha señalado su consejero delegado Ignacio Silva en rueda de prensa durante el 38º Congreso Aecoc de Gran Consumo. 

"No ha cambiado nada en los últimos dos años, no existe ningún cuaderno de venta en Deoleo ni estamos en venta", ha insistido.

El consejero delegado desmiente así las informaciones adelantadas por El Economista acerca de la existencia de diversas reuniones con Acesur, Dcoop, Borges International Group y Migasa, que tendrían por finalidad conformar un 'gigante español del aceite de oliva'.

"Si alguien quiere comprar la compañía, ¿me siento con él? Sí. ¿Significa que Deoleo está en venta? No", ha zanjado el consejero delegado de Deoleo.

Los precios altos del aceite de oliva persistirán

"La situación crítica del sector agrario va a continuar", ha avanzado Silva en referencia a la sequía que ha disparado el precio del aceite de oliva a cotas nunca vistas en nuestro país.

¿Cuándo podemos esperar un respiro? Ignacio Silva no prevé que la situación cambie de manera sustancial el año que viene. "Las lluvias de estas semanas auguran una producción en esta cosecha de 8.000 millones de kilos en España. Portugal va a tener un buen año, pero Grecia e Italia también se resentirán".

Esto significa que la producción será similar a la del año pasado, al menos hasta abril-mayo. "Si hubiera una primavera lluviosa que anticipe buenas cosechas en 2024-2025, los precios comenzarán a bajar", ha proyectado.

Cabe tener en cuenta que el aceite de oliva se cosecha a partir de octubre y noviembre. En estos meses, los agricultores recogen las aceitunas de mayor calidad, pero en baja cuantía. A medida que avanza la cosecha, la producción aumenta en cantidad y disminuye en calidad hasta la conclusión de la campaña en enero. Es entonces cuando se puede conocer exactamente cuál es la producción en el hemisferio norte.

"El aceite de oliva no se compra a futuro: los proveedores pueden asegurar calidades, pero nunca cantidades y precios, dado que el aceite se libera de las almazaras a medida que va llegando. Esto explica la montaña rusa de precios, que hace muy difícil planificar el futuro", ha explicado Silva, que descarta la especulación como motivo de las subidas.

La persistencia de la sequía ha llevado el precio de la tonelada de aceite a niveles récord: en 2019 se encontraba en 2.200 euros; hoy se pagan 8.000 euros.

Los retailers y el aceite de oliva

Ignacio Silva ha apuntado que el aceite de oliva presente en los supermercados no ha subido en la misma proporción que en origen.

"Existe una diferencia entre el precio de distribuidor y el de fabricante que no es real. Los distribuidores no han transferido la subida de precios", ha señalado.

Los retailers prefieren no ganar dinero con el aceite de oliva, pero lo utilizan como gancho para que las cestas de la compra sean más grandes. "Esto no es bueno", ha expresado el consejero delegado. "El aceite de oliva cuesta mucho de extraer y el consumidor debería entender que se trata de un producto de calidad".

El aceite de girasol, ¿rival del aceite de oliva?

Silva ha negado que se esté produciendo una transferencia de compras desde el aceite de oliva a los aceites de semillas. "Los aceites de semillas crecen 2-3% cuando el aceite de oliva ha decrecido el 25%", ha expuesto.

El consumidor español e italiano "están muy apegados al producto: consumen menos, pero no lo sustituyen por otro tipo de aceite. Se trata del 'efecto muñeca': se consume menos en cada comida".

Los márgenes, erosionados

Las acusaciones contra los beneficio extraordinarios y la 'especulación' carecen de fundamento, ha defendido el consejero delegado.

Los resultados de toda la categoría de aceite de oliva muestran un profundo deterioro por razones de volumen. "Incluso si las envasadoras fueran capaces de trasladar el aumento de costes y el descenso de la cosecha al consumidor, o conquistar cuota de otros competidores, no sería suficiente para compensar la caída en volumen", ha dicho.

A pesar de negar la especulación en aceite de oliva, sí ha defendido que "si tuviéramos planes de compra más visibles y con contratos anuales, como está haciendo el vino, tal vez las circunstancias serían diferentes".

¿Por qué el precio del aceite es más caro en España que en otros países?

En Food Retail & Services ya tratamos esta cuestión en un artículo reciente. Ignacio Silva ha querido profundizar en las razones que explican esta paradoja, que son principalmente dos:

  • En primer lugar, existe una dilación de tres meses entre la compra y el transporte.
  • En segundo lugar, los países que tienen menos rotación de consumo —"en algunos supermercados de Estados Unidos se consumen 2-3 botellas por semana"— conservan precios más antiguos, que no han sido renegociados en las circunstancias actuales.

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