El veterano empresario Jerry Greenfield, cofundador de la marca de helados Ben & Jerry’s junto a Ben Cohen, ha anunciado su dimisión después de casi medio siglo vinculado a la compañía. Greenfield ha acusado a Unilever, propietaria de la marca desde hace más de 20 años, de "silenciar" los valores que hicieron célebre a la heladera, como la defensa de los derechos humanos y de la paz internacional.

"Después de 47 años, Jerry ha tomado la difícil decisión de salir de la empresa que construimos juntos", ha explicado Cohen en la red social X. "Su legado merece ser fiel a nuestros valores, no silenciado por Magnum", ha subrayado, en referencia a la recién escindida división de Helados de Unilever, que ahora opera de manera autónoma bajo el nombre The Magnum Ice Cream Company. 

En la carta que se ha hecho pública este miércoles, Greenfield recordó que, cuando Unilever adquirió Ben & Jerry’s, se firmaron garantías para que los fundadores conservaran la independencia de seguir promoviendo su misión social "a perpetuidad". Sin embargo, aseguró que la multinacional no ha respetado ese compromiso en un contexto político "marcado por ataques a los derechos civiles, de voto, de las mujeres, de los inmigrantes y de la comunidad LGTB" en Estados Unidos.

"Defender los valores de justicia, equidad y humanidad nunca ha sido más importante, y aun así Ben & Jerry’s ha sido silenciado y apartado por miedo a enfadar a los que están en el poder", denunció.

Unilever rechaza las acusaciones

El conglomerado angloneerlandés ha respondido a su vez en un comunicado en el que rechaza las críticas, asegura haber intentado mantener "una conversación constructiva" con los fundadores y defiende su compromiso con la misión "de producto, económica y social" de Ben & Jerry’s.

El choque entre la heladera y Unilever no es nuevo. En 2021, la marca decidió no renovar la licencia a su franquicia en Israel debido a que esta operaba en territorios ocupados en Cisjordania. A continuación, Unilever vendió esos derechos a otra empresa israelí. Más recientemente, a comienzos de 2025, Ben & Jerry’s demandó a Unilever tras el cese de su consejero delegado, David Stever, una decisión que, según la heladera, estuvo motivada por razones políticas y no pasó por la junta de la marca.

En paralelo, la empresa acusó a Unilever de bloquear comunicados contra la discriminación racial o en apoyo del activista propalestino Mahmoud Khalil. Una demanda anterior, de 2024, ya denunciaba presiones para silenciar mensajes de apoyo a Palestina que contradecían el acuerdo inicial de adquisición.

La crisis ha estallado en un momento clave para Unilever, que desde el pasado julio ha segregado su división de Helados bajo la marca Magnum. El proceso, que culminará con la salida a Bolsa de manera independiente el próximo mes de noviembre, comprende también a Ben & Jerry's. Los fundadores de la heladera presionaron a Magnum para ganar independencia dentro de la nueva estructura, pero esta petición ha sido rechazada por el nuevo CEO de la compañía, Peter ter Kulve.