Mars invertirá 1.000 millones de euros en sus operaciones europeas hasta el final de 2026 con la intención de "reequilibrar" su potencial productivo entre Estados Unidos y Europa.
Así lo ha explicado a The Financial Times el director financiero de la compañía, Claus Aagaard, que ha negado cualquier relación de esta maniobra con la investigación abierta por la Unión Europea a la adquisición de Kellanova, que aún no ha sido aprobada en el Viejo Continente aunque sí en Estados Unidos.
"Si echas la vista a los últimos diez años, gran parte del crecimiento en el área (de bienes de consumo envasados) ha venido de Estados Unidos", ha precisado. Y añade: "Nos gustaría reequilibrar esto, ya que el crecimiento de Estados Unidos es un poco más pequeño de lo que ha sido en las últimas décadas".
El grupo no ha precisado cómo se desembolsarán los 1.000 millones de inversión, más allá de explicar que impulsará la fabricación e innovación de sus 24 fábricas en diez países europeos. En los últimos cinco años, la inversión de Mars en Europa había sido de 1.500 millones de euros.
En España Mars cuenta con la fábrica de Árevalo (Ávila), en la que trabajan más de 200 personas, que el pasado año abrió una segunda línea de producción y que da salida a más de 35.000 toneladas al año de comida para mascotas de marcas como Whiskas o Pedigree.
El desembolso de Mars en Europa coincide con la investigación antimonopolio abierta por la Unión Europea en relación a la adquisición de Kellanova, la dueña de Pringles. A pesar de que los directivos del gigante norteamericano no esperaban problemas regulatorios al juzgar que ambos negocios son complementarios, la operación ha despertado suspicacias entre las cadenas de supermercados europeas, que temen que la adquisición resulte en incrementos de precio.
El fallo definitivo de la investigación ha sido pospuesto hasta el 19 de diciembre de este ñao.