Rollitos de jamón york y queso

Hoy vamos a descubrirte una receta que cumple con todo ello: los rollitos de jamón y queso. Son sabrosos, gustan a todos los niños y se convierten en un plato ideal para darles un capricho de vez en cuando a los más jóvenes de la casa. Esta es solo una de las recetas que los papás usan habitualmente. Hay más recetas en elmundo.es que incluyen verduras hechas de formas originales.

Rollitos de jamón York y queso: la receta

La forma más popular de los rollitos de jamón York y queso es típica de Córdoba y se suelen llamar flamenquines. Se trata de un plato económico, gustoso y fácil de preparar que incluso se puede cocinar con ayuda de los peques.

Ante todo, el primer consejo es que se utilicen ingredientes de calidad. Para los más pequeños merece la pena invertir en el mejor jamón de York de corte y un queso cheddar del mejor de la charcutería.

Además de ello se necesitará pan rallado, huevo, harina y aceite para freír. Se pueden utilizar opciones imaginativas como panko, el pan rallado japonés que ofrecerá unos matices diferentes a la fritura.

La elaboración: rollitos de jamón de York

En tan solo quince minutos se puede tener este sabroso plato listo para ponerlo delante de los más peques de la casa. La elaboración es totalmente sencilla.

Lo primero es poner las lonchas de jamón sobre una tabla bien estiradas. Sobre la loncha de jamón, que tiene que ser más bien gruesa para que se puedan apreciar los sabores tras la fritura, se coloca la loncha de queso, que no puede sobresalir por los bordes y debe tener un grosor similar.

Esto se enrolla para conseguir un rollito en el que el queso quede en el interior, cubierto por el jamón York.

Seguidamente, se empanan los rollitos a la manera tradicional: primero harina, luego huevo y, por último, pan rallado. Al tiempo, se va calentando en aceite en una sartén. Es recomendable utilizar aceite de oliva virgen extra, que funciona mucho mejor para las frituras y es más saludable, dentro de que estamos hablando de fritos, para los niños.

Cuando la sartén o la freidora ha llegado a la temperatura adecuada, los rollitos se ponen en la sartén por tandas de 3 o 4 y se doran entre tres y cinco minutos, aproximadamente. Se sacan con una espumadera y se ponen sobre un papel absorbente para que pierdan todo el aceite posible y no se ablanden.

Un minuto de reposo y, ¡Listos para tomar! Se trata de una receta a base de fritos, de modo que se recomienda tomarla con moderación, ya se trate de niños o de mayores. En la página web de recetas de elmundo.es hay una gran variedad de opciones que son igual de deliciosas y, a la vez, están hechas con ingredientes sanos.