Ainia aplica la realidad virtual en la investigación sensorial con consumidores
Supone una solución tecnológica transferible al sector industrial en el ámbito de la investigación sensorial, para impulsar el desarrollo y mejora de productos con mayores garantías.
Los estudios de investigación sensorial se utilizan para medir, evaluar e interpretar la percepción de los consumidores ante las características de los alimentos y materiales a través de los cinco sentidos (vista, olfato, gusto, tacto y oído). Estos test, de gran utilidad antes de lanzar un producto al mercado, suelen realizarse en laboratorios sensoriales en los que se evalúan las preferencias del consumidor en una situación o contexto lo más neutro posible, evitando sesgos y otras fuentes de variación que no sean los de los productos a evaluar.
Sin embargo, esta neutralización del contexto puede ocasionar una experiencia sensorial algo alejada de las condiciones reales de consumo. "El consumo de alimentos es una experiencia multimodal. Cuando comemos no sólo percibimos el sabor y el aroma de los alimentos, sino también sus propiedades visuales, auditivas y táctiles, así como la información sensorial de nuestro entorno", explica Candela Ruso, técnico de investigación sensorial y del consumidor de Ainia Consumer.
Para intentar salvar esta brecha entre el laboratorio y la realidad de consumidor, el centro tecnológico Ainia ha desarrollado una metodología de investigación, basada en tecnología de realidad virtual, y de aplicación específica en los test sensoriales con consumidores, cuya aplicación se ha presentado a las empresas valencianas Consum, Caiba, Helados Estiu, Importaco y Velarte.
CREACIÓN DE UN MUNDO VIRTUAL
La realidad virtual aplicada a las pruebas de desarrollo de producto con consumidores consiste en la creación de un mundo virtual, mediante tecnología informática, al que el consumidor puede acceder gracias a dispositivos como las gafas de realidad virtual y que crea en el usuario la sensación de estar inmerso en ese entorno.
Para ello, Ainia ha trabajado en diferentes fases: la recreación o simulación de situaciones naturales de consumo de productos en laboratorios de análisis sensorial; la identificación y adaptación de la tecnología inmersiva más adecuada; la realización de ensayos piloto con tecnologías inmersivas; y la realización de un estudio de aplicabilidad e impacto.
En concreto, se han grabado cuatro escenarios en vídeos de 360 grados y se ha conseguido que una vez dentro del escenario virtual, el consumidor pueda visualizar el producto para poder probarlo. Además, se ha podido integrar en el escenario el cuestionario de producto para que el consumidor pueda responder a las preguntas mientras prueba el producto y disfruta del entorno. La inmersión también se ha realizado a nivel auditivo mediante auriculares, permitiendo que los consumidores pudieran escuchar la música y sonidos de fondo como si estuvieran en ese escenario en la realidad.
"Una solución tecnológica más cercana a la realidad del consumidor, que proporciona un mayor realismo contextual a los enfoques estándar de los test en laboratorio, integrando la realidad virtual en la experimentación, y con la que podemos obtener un mayor valor predictivo de sus preferencias", subraya Candela Ruso.
Los estudios en laboratorio con realidad virtual podrían aportar un plus a los estudios en laboratorio tradicionales puesto que, no sólo se obtienen resultados similares, sino que pueden permitir discriminar más entre los productos. Es, por tanto, una solución tecnológica transferible al sector industrial en el ámbito de la investigación sensorial para apoyar en el desarrollo y mejora de productos de manera más exitosa.
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