Industria auxiliar | El sector de la cogeneración pide tiempo al Gobierno para evitar su caída

La incertidumbre regulatoria que rodea al sector cogenerador pone en peligro numerosos proyectos de eficiencia energética en el sector agroalimentario español.

El sector de la cogeneración pide tiempo al Gobierno para evitar su caída
El sector de la cogeneración pide tiempo al Gobierno para evitar su caída

El sector de la cogeneración, un sistema de producción de energía que permite la generación de eléctrica y energía térmica a partir de la misma energía primaria, pide un periodo de transición para el medio centenar de plantas que perderán su retribución a partir del próximo mes de enero.

Se trata de uno de los sistemas elegidos por numerosos fabricantes de la industria agroalimentaria para generar importantes ahorros de energía. En la práctica, lo que se lleva a cabo es la utilización como energía primaria de un combustible fósil -petróleo, gas natural o carbón-, que se quema liberando así energía térmica.

La principal ventaja de este sistema es la eficiencia. Por un lado, genera el vapor o el agua caliente necesaria para los procesos productivos, y por otro, energía eléctrica que se puede consumir en las propias instalaciones, lo que supone un importante ahorro económico para las empresas y revierte directamente en su competitividad. Además, reduce la necesidad de importación de energía primaria del exterior y evita la emisión de gases de efecto invernadero.

Es, en definitiva, una fuente de energía especialmente útil para las empresas de alimentación, cuyos procesos industriales demandan un uso intensivo de calor, frío y electricidad. De hecho, la industria de la alimentación y bebidas lidera el ranking cogenerador en España y cubre el 48% de sus necesidades energéticas , según datos de la Asociación Española de Cogeneración, Acogen.

Pese a estas ventajas, la situación regulatoria actual de la cogeneración hace que el próximo día 8 de diciembre expire la extensión del derecho a percibir retribución a la operación para las instalaciones de cogeneración de alta eficiencia. Esto supone en la práctica que 50 plantas de cogeneración que acaban su vida útil regulatoria dejen de recibir ayudas por la inversión y la potencia instaladas, lo que llevará al cierre de buena parte de ellas. Se trata de casi el 8% de las de las plantas de cogeneración que existen actualmente en España. Entre estas 50 plantas, se incluyen al menos una docena del sector alimentario ubicadas en toda el territorio nacional.

Para revertir esta situación, fuentes del sector apuntan que es necesario un marco regulatorio estable, transparente y que genere seguridad al inversor, además de tiempo para adaptar sus instalaciones a las nuevas tecnologías que vayan sustituyendo paulatinamente el gas natural, principal fuente de energía en la cogeneración, por otras alternativas como la biomasa, que ya se utiliza en algunas plantas del sector, o el hidrógeno. El sector requiere además una solución rápida tras casi ocho años pendiente de un plan renove, previsto en la Ley, que nunca ha llegado a desarrollarse pese a los constantes llamamientos realizados por los agentes afectados.

LA COGENERACIÓN DEL GRUPO PASCUAL

Un ejemplo de la eficiencia de este sistema lo encontramos en Pascual. La compañía y Neoelectra han anunciado hace unos días que siguen profundizando en su alianza estratégica para la gestión por parte de este operador de la planta de cogeneración que suministra energía eléctrica y térmica para la actividad del complejo industrial de Pascual en Aranda de Duero. Se trata de una instalación con capacidad para proporcionar más de 78.000 MWh eléctricos al año y más de 150.000 MWh térmicos. A través de sus dos turbinas de gas natural, dispone de una capacidad global de producción de 9,8 MW.

En la actualidad, la planta de NeoPas genera en el complejo arandino de Pascual un ahorro de energía primaria (AEP) de 69.000 MWh cada año, que hubieran sido necesarios para la generación separada de calor útil y electricidad. Esto supone una reducción de 14.000 TN anuales de emisiones de CO2.

Pascual fue pionera en el uso de la cogeneración en instalaciones industriales del sector alimentario desde que la primera planta de cogeneración de energía entrara en funcionamiento el complejo de Aranda de Duero en 1992. 

Casi treinta años más tarde, el grupo señala que la cogeneración termoeléctrica sigue cubriendo con gran eficiencia las necesidades de energía eléctrica y calorífica a los procesos industriales. Por ello, juega un papel fundamental en la competitividad del tejido industrial. En la situación actual, esta tecnología resulta más imprescindible que nunca tanto para fortalecimiento de la economía como para su reactivación.

A pesar de la incertidumbre regulatoria que rodea al sector cogenerador, destaca la compañía, la constante innovación y las inversiones en las mejores técnicas disponibles han permitido posicionar a la cogeneración de alta eficiencia como un aliado estratégico de la industria en materia de transición energética, economía circular y descarbonización.

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