Industria auxiliar | Seis segundos: el poder del "flechazo" entre envase y consumidor

Salir del área de confort y no tener miedo a diseños rompedores puede ayudar a que un producto triunfe en los lineales de los supermercados.

Un carrito en un supermercado
Un carrito en un supermercado

Proponer en el mercado envases atractivos siempre ha sido una de las obsesiones y objetivos de los fabricantes de productos de gran consumo. Y no les falta razón. Como ejemplo, este dato: al 40% de los consumidores les influye el packaging a la hora de incluir y repetir un artículo en sus cestas de la compra.

Según explica la consultora Nielsen, si bien el consumidor valora "el interior" de un producto, lo cierto es que "el físico es decisivo" para que ambos puedan quedar unidos. Y es que dos de cada tres consumidores se lanzan a comprar un producto nuevo cuando el envase llama su atención, por lo que "el flechazo es clave".

Nielsen indica que son nada más que seis segundos los que tiene un producto para hacerse notar en el lineal e incitar a que el consumidor lo incorpore a su cesta de la compra, por lo que un buen diseño es clave para entrar en los hogares. Y no solo entrar, sino también quedarse. De ahí que la idea de que 'un buen envase se convierte en la mejor estrategia de marketing' se está extendiendo cada vez más. Siempre y cuando se atine con el diseño y otras características que aumenten su atractivo, un envase puede generar un retorno de inversión 2,5 veces superior a lo invertido en acciones de marketing, comunicación o redes sociales

Por el contrario, un mal diseño puede ejercer una percepción negativa en el consumidor e, incluso, cuando se llevan a cabo rediseños de envases, en el 90% de los casos no se consigue incrementos de ventas significativos, es decir, lograr el impulso perseguido.

Imagen del envase-taburete de Cola-Cao lanzado en septiembre
Imagen del envase-taburete de Cola-Cao lanzado en septiembre

Para evitar estos perjuicios y beneficiarse de un buen packaging, desde Nielsen se apuntan tres claves: monitorizar el lineal, preguntar a los consumidores y tener en cuenta las tres grandes premisas que tiene que cumplir todo envase, destacar, convertir a venta y transmitir la imagen de marca fielmente. Y todo ello sin olvidar la ejecución en tienda. Y es que el punto de venta es cada vez más importante, teniendo en cuenta que los lineales están cada vez más aglomerados y hay menos sitio para los productos y es más difícil hacerse notar.

Según Ana Barrio, directora de Innovación de Nielsen, "hay productos que han llegado a vender millones con un gasto cero en publicidad y la mitad de presencia en tienda que otros productos competidores, gracias precisamente a un diseño atractivo y atinado". "Para atinar conviene trabajar en distintas líneas creativas, salir del área de confort y no tener miedo a diseños rompedores o disruptivos e incorporar al propio consumidor al proceso y que transmita sus impresiones", concluye.

Cerrar

Inicia sesión con email

He olvidado mi contraseña