Muchas cadenas de supermercados han amortiguado con sus márgenes los efectos de la inflación, pero no es habitual que una enseña llegue al extremo de asumir pérdidas antes que subir sus precios. 

Este es el caso de Alimerka, la cadena de supermercados asturiana con presencia en Castilla y León y Galicia, que ha registrado pérdidas consolidadas por valor de 4,76 millones de euros. Se trata de la primera vez que la compañía declara números rojos desde el año 2000, último año del que se disponen registros.

A pesar de todo esto, la compañía ha batido todos sus registros de ventas. Los 711,14 millones facturados en 2022 no sólo superan la facturación de 2021 (681,54 millones de euros) sino que se encuentran por encima de la facturación de 2020 (705,50 millones de euros), el año de la pandemia, un periodo especialmente boyante para la distribución alimentaria.

Alimerka ha achacado sus resultados a una política de precios centrada en minimizar el impacto de la inflación en sus consumidores. Esta interpretación viene avalada por el informe anual de la OCU, que señalaba a la enseña asturiana como el supermercado de España que menos ha incrementado sus precios en 2022.

El Ebitda de la enseña arroja 14 millones de euros en positivo, lo que supone un descenso de más del 50% respecto al año anterior.

Por otro lado, los costes de aprovisionamiento y por servicios exteriores han ascendido el 5,7% y el 38% respectivamente.