El Gobierno de Pedro Sánchez negó y renegó de reducir o eliminar el IVA. El sector alimentario lo pidió con insistencia y, al final, el Ejecutivo les escuchó. Para la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), se trata de una reforma con “un efecto positivo”, si bien advierte que tendrá “poca importancia” para los hogares españoles.
Fedea calcula que el ahorro medio para el conjunto de hogares será de 32,4 euros, si bien no afectará a todos los hogares del mismo modo. La Fundación señala un efecto paradójico: la reducción del IVA favorece en términos relativos a hogares con menos renta, es decir, habrá un mayor ahorro en relación con sus ingresos. Sin embargo, “la reducción beneficia más a las personas y hogares con rentas elevadas”, dado que su gasto y el tipo de productos que consumen son mayores.
En ese sentido, Fedea plantea que este tipo de hogares “seguramente, no necesitan esa ayuda”. En dinero, esas diferencias se traducen en los 22,4 euros que se ahorrará el 20% de hogares con menores ingresos, mientras que el 1% de familias con mayor renta se ahorrará el 60,7%.
Se estima que el coste recaudatorio de esta medida varía entre los 579 millones y los 700 millones de euros. No obstante, la mitad de ese coste se destinaría al 40% de hogares con mayor renta, por lo que Fedea concluye que la medida es eficaz, pero poco eficiente y tiene un coste “innecesariamente elevado”.
Por otro lado, el análisis hace alusión a una polémica que ha estado muy viva durante los últimos días: los famosos márgenes. Pone sobre la mesa que “el impacto real de la rebaja sobre los precios pagados por los consumidores va a depender del grado efectivo de traslación”. Es decir, que el hecho de que la rebaja del IVA se traslade al precio dependerá de las dinámicas que marquen las variables oferta y demanda, además de otras como la evolución de los factores productivos y los bienes.
En resumen: “No puede descartarse, por tanto, que, al menos en parte, la reducción acabe trasladándose a una mejora de los márgenes empresariales”. Con estos mimbres, Fedea hace dos consideraciones. La primera, que la medida “puede no ser la más adecuada”. Por otro lado, afirma que con ella se pretende que sus efectos lleguen “inmediatamente a todas las personas que necesiten esa ayuda”.
